¿Es pecado quedarse de brazos cruzados?
La omisión también es un pecado
La mayoría de nosotros nos enfocamos en evitar las malas acciones, pero olvidamos que no hacer lo bueno también es pecado. La inactividad en la misión de Dios es grave, y Él la condena tanto como las malas acciones.
El pecado de quedarse de brazos cruzados
Las Escrituras registran el caso de las tribus de Rubén y Gad, quienes se mostraron reacias a cruzar el río Jordán para luchar por la Tierra Prometida. Prefirieron la comodidad de sus posesiones y se negaron a participar en la tarea que Dios les había encomendado.
Moisés los reprendió duramente por su inacción. Los acusó de:
- Abandonar su misión: No estaban dispuestos a luchar junto a sus hermanos.
- Perjudicar a sus compañeros: Su apatía desanimó a los demás.
- Pecar contra Dios: Estaban siguiendo el ejemplo de sus antepasados incrédulos.
Arrepentirse de la inacción
Las tribus de Rubén y Gad se arrepintieron de su pecado y se comprometieron a cumplir su misión. Reconocieron que su inacción era una falta grave y prometieron cruzar el Jordán y luchar junto a sus hermanos.
Nuestro llamado hoy
Como creyentes modernos, podemos enfrentarnos a la misma tentación que las tribus de Rubén y Gad. Podemos encontrarnos satisfechos con nuestras vidas cómodas y olvidar el llamado de Dios a hacer discípulos.
Pero el Rey nos ha dado una misión: llevar el Evangelio a todas las naciones. Esta misión aún no está completa. Debemos negar las distracciones y centrarnos en servir a Dios y a nuestro país celestial.
No podemos descansar hasta que Cristo haya salvado todas las almas por las que murió. La santidad nos espera en primera línea. Nuestro llamado, nuestro privilegio, nuestra alegría es avanzar.
¿Cuál es el "pecado de no hacer nada"?
El pecado de no hacer nada es el fracaso en hacer el bien, no solo en cometer actos malos. Es el pecado de omitir nuestras responsabilidades y permitir que la maldad prospere.
¿Cómo pecaron los hombres de Rubén y Gad?
Los hombres de Rubén y Gad pecaron al negarse a continuar la misión de conquistar la Tierra Prometida. Prefirieron las comodidades de la tierra que habían encontrado a luchar por la herencia que Dios les había prometido.
¿Cuáles son las consecuencias del pecado de no hacer nada?
Las consecuencias del pecado de no hacer nada son graves:
- Desalienta a otros a seguir a Dios.
- Perpetúa el mal en el mundo.
- Conduce a la ira de Dios.
¿Cómo podemos arrepentirnos del pecado de no hacer nada?
Podemos arrepentirnos del pecado de no hacer nada arrepintiéndonos de nuestra inacción, comprometiéndonos a cumplir nuestras responsabilidades y buscando oportunidades para hacer el bien.
¿Cuál es la misión que Dios nos ha encomendado?
La misión que Dios nos ha encomendado es hacer discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a observar todo lo que él ha mandado.