¿Es la voluntad de Dios un enigma? ¡Descifrando la voluntad moral y soberana!

La voluntad soberana: El plan infalible de Dios

La Biblia proclama que Dios ejerce su voluntad soberana sobre todo lo que acontece, desde los eventos cósmicos hasta las minucias de nuestras vidas. Su voluntad es infalible e inmutable, guiando todos los acontecimientos según su propósito eterno. Es como un tapiz intrincado, donde cada hilo está cuidadosamente entretejido para crear un diseño perfecto.

La voluntad moral: El llamado a la obediencia

Sin embargo, la voluntad de Dios también incluye su voluntad moral, una guía para nuestras acciones. Él nos ordena amar a nuestro prójimo, actuar con justicia y vivir vidas santas. Esta voluntad moral nos llama a reflejar el carácter de Dios en nuestras palabras y hechos. Es el camino que debemos seguir para vivir en armonía con su propósito.

¿Contradicción aparente?

A primera vista, puede parecer contradictorio que Dios tenga tanto una voluntad soberana como una voluntad moral. Después de todo, si Dios tiene el control total, ¿cómo pueden ocurrir cosas que no están de acuerdo con su voluntad moral?

Distinguiendo entre las voluntades

La clave para resolver esta aparente contradicción es comprender que la voluntad soberana de Dios se refiere a su plan global, mientras que su voluntad moral se refiere a su mandato ético. Incluso cuando ocurren eventos que van en contra de su voluntad moral, como la muerte de los malvados, estos eventos aún forman parte de su voluntad soberana para llevar a cabo sus propósitos más elevados.

Un ejemplo ilustrativo

Consideremos la crucifixión de Jesús. Según la voluntad moral de Dios, el asesinato está prohibido. Sin embargo, su voluntad soberana permitió que Jesús fuera sacrificado para redimir a la humanidad. Aunque el asesinato de Jesús fue un acto de maldad, contribuyó al plan salvador de Dios.

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La armonía de las voluntades

En última instancia, las voluntades soberana y moral de Dios se armonizan perfectamente. Su propósito final es establecer un reino de justicia, paz y amor. Su voluntad moral nos guía hacia ese reino, mientras que su voluntad soberana asegura que se cumpla.

Al distinguir entre la voluntad moral y soberana de Dios, podemos resolver la aparente contradicción entre su control absoluto y la libertad humana. Sus dos voluntades trabajan juntas para lograr su propósito eterno, guiándonos hacia una vida de santidad y cumplimiento del propósito.

Preguntas frecuentes sobre la voluntad moral y soberana de Dios

H3. ¿Cómo se reconcilia la afirmación de que Dios hace todo según su voluntad con la evidencia de que algunas cosas no son su voluntad?
R: La Biblia distingue entre la voluntad soberana de Dios, que siempre se cumple, y su voluntad moral, que es su mandato para que actuemos de cierta manera.

H3. ¿Cuál es un ejemplo de la diferencia entre la voluntad soberana y moral de Dios?
R: Dios prohíbe moralmente el asesinato, pero soberanamente permitió el asesinato de su Hijo en la cruz.

H3. ¿Por qué Dios no peca al permitir el pecado?
R: Los caminos y la voluntad de Dios son puros, y Él tiene propósitos santos incluso en los eventos pecaminosos.

H3. ¿Cómo podemos conciliar la voluntad soberana de Dios con nuestra responsabilidad moral?
R: Dios soberanamente ordena los eventos, pero aun así nos da la libertad de elegir nuestras acciones y ser responsables de ellas.

H3. ¿Cómo debemos responder a la voluntad de Dios?
R: Debemos adorar y someternos a Dios, reconociendo que sus caminos son justos y que Él obra todas las cosas para su gloria.

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