¿Es la Gran Comisión para cada cristiano?
¿Destinatarios de la Gran Comisión?
En la Gran Comisión, Jesús encargó a sus discípulos la tarea de llevar el evangelio a todas las naciones. Sin embargo, ¿a quién iba dirigida esta orden? ¿Solo a los apóstoles originales? ¿A la Iglesia en general? ¿O a cada cristiano individual?
Responsabilidad personal
Aunque el mandato podría interpretarse como dirigido a la Iglesia en su conjunto, aún plantea la cuestión de quién dentro de la Iglesia lo llevaría a cabo. Tratar la Gran Comisión como una orden para la "Iglesia en general" no resuelve el problema práctico de identificar a los individuos responsables.
Por otro lado, entenderla como una comisión personal para cada seguidor de Cristo tampoco significa que todos deban convertirse en misioneros que crucen culturas. La Biblia reconoce que no todos tienen el llamado de ir, pero sí enfatiza la responsabilidad de compartir las excelencias de Cristo dentro de sus propias redes de relaciones (1 Pedro 2:9).
El llamado divino
La Gran Comisión se dirige inicialmente a los once apóstoles (Mateo 28:16), pero la promesa de Jesús de estar con ellos "hasta el fin del siglo" (Mateo 28:20) sugiere que el mandato se extiende más allá de ellos.
La cuestión es quién asume el manto en las generaciones posteriores. Ni los individuos por sí solos ni la Iglesia como un todo pueden cumplir esta tarea. Son personas específicas las que se embarcan en ella, con el apoyo de otros creyentes y de la Iglesia.
Llamado misterioso
A lo largo de la historia, Dios ha llamado a individuos de entre sus hijos para que crucen fronteras culturales y proclamen el evangelio. Este llamado es misterioso, irresistible e informado por las Escrituras. Proviene de un corazón maduro en la fe, sustentado por la Iglesia y motivado por el amor a Cristo.
Nuestra responsabilidad
La Gran Comisión debe ser amada, apoyada y defendida por todos los que aman lo que Jesús ama. En las iglesias donde se predica el evangelio y se destaca la carga de las misiones, Dios llama milagrosamente a sus emisarios fronterizos.
Por lo tanto, cada cristiano tiene la responsabilidad de orar, apoyar y animar a aquellos que Dios llama a llevar el evangelio a las naciones no alcanzadas.
¿Está la Gran Comisión dirigida a cada cristiano individual?
Respuesta: Sí, la Gran Comisión está dirigida a cada cristiano individual. Si bien Jesús se dirigió inicialmente a los apóstoles, la promesa de "estar con [ellos] hasta el fin de los tiempos" (Mateo 28:20) indica que la comisión se extiende a todos los creyentes hasta el fin de los tiempos.
¿Quién es la Iglesia?
Respuesta: La Iglesia es el cuerpo de creyentes en Cristo, no una institución o edificio físico. La Gran Comisión se aplica tanto a la Iglesia en su conjunto como a cada cristiano individual dentro de ella.
¿Se espera que todos los cristianos sean misioneros transculturales?
Respuesta: No, las Escrituras no enseñan que todos los cristianos deban ser misioneros transculturales. Sin embargo, todos los creyentes están llamados a proclamar las excelencias de Cristo en sus redes de relaciones (1 Pedro 2:9).
¿Quién lleva a cabo la Gran Comisión?
Respuesta: La Gran Comisión es llevada a cabo por individuos específicos que son llamados, equipados y sostenidos por Dios. Estos individuos pueden provenir de cualquier iglesia y contexto.
¿Cómo llegan las personas a la fe en Cristo?
Respuesta: Las personas llegan a la fe en Cristo cuando escuchan su voz a través de los mensajeros humanos que comparten las verdades del Evangelio (Juan 10:15-16; 17:20).