El Verbo: El Origen y la Encarnación

El Verbo: Origen Eterno

En el principio existía el Verbo, inseparable de Dios y presente ante Él. El Verbo era Dios mismo, eternamente preparado para actuar por Él.

El Verbo como Creador y Fuente de Vida

Todas las cosas fueron creadas por medio del Verbo, siendo Él el principio y el sustento de todo lo que existe. La vida que brotó de Él era una luz que iluminaba el camino.

El Verbo Encarnado

El Verbo se manifestó en carne y hueso, habitando entre nosotros. Contemplamos su gloria como la del Hijo unigénito del Padre, lleno de gracia y verdad.

La Acogida y el Rechazo

El Verbo vino a su propio pueblo, pero ellos lo rechazaron. Sin embargo, aquellos que lo recibieron y creyeron en Él fueron transformados en hijos de Dios.

El Nacimiento Divino

Los que reciben al Verbo no nacen de sangre, voluntad de carne ni voluntad de hombre, sino que son engendrados por Dios mismo.

Preguntas frecuentes

¿Quién es el Verbo?

El Verbo es Dios, presente con Dios y el propio Dios (v. 1).

¿Cuál es el papel del Verbo en la creación?

Todas las cosas fueron creadas a través del Verbo, y nada fue creado sin él (v. 3).

¿Qué representa la vida y la luz en este pasaje?

La vida y la luz representan a Jesús, que vino a traer vida y luz al mundo (v. 4).

¿Quién era Juan?

Juan era un hombre enviado por Dios para preparar el camino para Jesús, el verdadero Luz (v. 6-8).

¿Cómo se hizo carne el Verbo?

Leer Más:  ¿Qué pruebas bíblicas existen sobre el pecado original?

El Verbo se hizo carne y habitó entre los hombres, revelando la gloria de Dios (v. 14).

¿Cómo podemos ser hijos de Dios?

Creyendo en Jesús y recibiéndole como nuestro Salvador, nos convertimos en hijos de Dios (v. 12).

Subir