El Tesoro de la Palabra de Dios para una Vida Plena

El Camino a la Plenitud

Existen dos formas de expresar el propósito fundamental de la vida: una positiva y una negativa. Positivamente, podemos decir que el fin último de la vida es glorificar a Dios disfrutando de Su presencia eternamente. Negativamente, podríamos decir que el fin último de la vida es evitar el pecado. Ambas afirmaciones significan lo mismo porque pecar es dejar de glorificar a Dios al abrazar otras cosas como más placenteras.

Si aprendemos a glorificar a Dios disfrutando de Él, sabremos cómo evitar el pecado. Y si aprendemos a evitar el pecado, sabremos cómo glorificar a Dios disfrutando de Él.

El Papel de la Palabra de Dios

El Salmo 119:11 nos brinda una clave para evitar el pecado: "En mi corazón he atesorado tu palabra, para no pecar contra ti". El camino para no pecar es atesorar la palabra de Dios en nuestro corazón. Esto implica que el camino para alcanzar el propósito fundamental de la vida, vivir para la gloria de Dios y disfrutar de Él eternamente, es atesorar la palabra de Dios en nuestro corazón.

Atesorando la Palabra de Dios

Exploremos tres frases clave de este versículo:

1. Tu Palabra

La palabra a la que se refiere el salmista no es una impresión subjetiva que le viene a la mente cuando ora pidiendo que se revele la voluntad de Dios. Es la revelación de Dios en Su palabra escrita, principalmente la Torá, los libros de Moisés, pero también los escritos de los profetas que Dios envió a Israel. Esto es evidente por la forma en que acumula palabras familiares para la palabra escrita revelada de Dios en el contexto.

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2. He Atesorado

La palabra "atesorado" en el hebreo original implica esconder o almacenar. No es simplemente valorar la palabra; también es guardarla y atesorarla como algo valioso, como un tesoro.

3. En Mi Corazón

La frase "en mi corazón" significa dentro de mí, no solo en una tablilla externa. Las palabras de Dios no solo se guardan por escrito para que el salmista las consulte fuera de sí mismo. Se guardan para su consulta dentro de él, en su corazón. En el Antiguo Testamento, el corazón es un lugar tanto de pensamiento como de sentimiento. Por lo tanto, estas palabras de Dios se atesoran en un lugar donde pueden ser reflexionadas y sentidas.

El Poder de la Palabra Atesorada

La enseñanza de este versículo es que una forma de evitar el pecado y alcanzar el propósito final de la vida es almacenar la palabra de Dios en nuestros corazones como algo muy valioso. Cuando tenemos la palabra de Dios guardada o escondida en nuestros corazones, y la atesoramos como el oro y la plata, esa palabra funcionará para guardarnos del pecado.

Atesorar la palabra de Dios en nuestros corazones es crucial para vivir una vida que glorifique y disfrute a Dios. Es un tesoro superior, presente y activo, que vence el pecado. Al memorizar y meditar en las Escrituras, podemos experimentar el poder transformador de la palabra de Dios y caminar hacia la plenitud de vida que Dios ha diseñado para nosotros.

¿Cuál es el propósito final de la vida según el texto?

Glorificar a Dios disfrutándolo para siempre.

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¿Cuál es la forma de evitar pecar según Salmo 119:11?

Atesorar la palabra de Dios en el corazón.

¿Cuáles son las tres frases clave en Salmo 119:11 y qué significan?

  • "Tu palabra": La revelación escrita de Dios, principalmente la Torah.
  • "He atesorado": Esconder o almacenar la palabra de Dios como algo valioso.
  • "En mi corazón": Dentro de uno mismo, tanto para pensar como para sentir su verdad.

¿Qué significa memorizar las Escrituras como una hormiga recolecta comida?

Memorizarlas porque son valiosas y necesarias para resistir las tentaciones y vivir una vida que glorifique a Dios.

¿Por qué la memorización de la Biblia es crucial?

Porque permite que la palabra de Dios esté presente y activa, ayudándonos a superar el pecado.

¿Cómo ayuda la memorización de la Biblia a la fe?

Proporciona alimento constante para la fe, permitiéndole confiar en las promesas de Dios durante todo el día.

¿Qué historias personales comparte el autor para ilustrar el valor de la memorización de las Escrituras?

El autor comparte historias de cómo memorizar las Escrituras lo ayudó en momentos de cambios de carrera, desánimo y cerca de la muerte.

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