El nuevo mandamiento: el amor que demuestra el discipulado
El amor que glorifica a Dios
En la víspera de su crucifixión, Jesús anunció a sus discípulos que sería glorificado en ese momento. Y aunque Judas le traicionaba, el plan de Dios se estaba cumpliendo. Fue en ese contexto que Jesús dio un nuevo mandamiento: "Amaos los unos a los otros, como yo los he amado" (Juan 13:34).
El amor que une
El término "niños pequeños" utilizado por Jesús muestra la ternura y el afecto que sentía por sus discípulos. Les llamaba "hijos", lo que implicaba un vínculo profundo. En su ausencia física, este amor sería el lazo que los uniría y los distinguiría como sus seguidores.
El amor que se modela en Dios
En su primera epístola, Juan enfatiza que el amor que debemos tener proviene de Dios. No es un amor humano, sino el amor divino que se manifiesta en Jesús. Por lo tanto, amar como Jesús significa amar como Dios ama.
El amor que demuestra la fe
El amor entre los discípulos es una prueba de su fe en Jesús. Cuando aman de manera sacrificial y compasiva, demuestran que han experimentado la transformación del Espíritu Santo y que son verdaderamente nacidos de Dios.
El amor que participa en la gloria de Dios
El mandamiento de Jesús no era simplemente imitar su amor, sino participar en él. Al conectarnos con Cristo, la vid, recibimos su amor y lo expresamos a los demás. Esta manifestación del amor de Dios es lo que demuestra que somos sus discípulos y que participamos en su gloria.
El nuevo mandamiento de Jesús es un llamado al amor sacrificial y transformador. Este amor es el sello distintivo del discipulado, que demuestra nuestra conexión con Cristo y nuestra participación en la gloria de Dios. Al amarnos los unos a los otros como él nos ha amado, mostramos al mundo que somos verdaderamente sus seguidores.
Preguntas frecuentes
¿Qué significa el término "nueva" en el nuevo mandamiento de Jesús de amar a los demás?
Según Juan, la "novedad" del mandamiento radica en el hecho de que es el resultado de la llegada del Mesías, la Luz del mundo. Representa el amor de Jesús que ahora reside en los discípulos, permitiéndoles amar con su amor.
¿Cómo podemos amar a los demás como lo hizo Jesús?
Abidiendo en el amor de Jesús. Según Juan, nuestro amor por los demás no es principalmente una imitación del amor de Jesús, sino una manifestación del mismo. Cuando permanecemos conectados a Jesús, la vid, podemos dar fruto y demostrar su amor a través de nuestro amor mutuo.
¿Por qué el amor entre los discípulos es una prueba de su discipulado?
Porque demuestra que los discípulos han sido verdaderamente transformados por el poder del amor de Jesús. Cuando aman a los demás con amor sacrificial, muestran que han nacido de nuevo y son hijos de Dios.
¿De qué manera el amor cubre una multitud de pecados?
Aunque el amor no puede expiar el pecado, puede cubrir sus consecuencias negativas. Al amar a los demás, podemos crear un ambiente de gracia y misericordia que promueve la restauración y la curación.