El Misterio de la Resurrección: La Esperanza Viva
El Triunfo sobre la Muerte
En el amanecer del primer día de la semana, cuando el alba iluminaba el cielo, María Magdalena y la otra María se dirigieron a la tumba para honrar al crucificado. De repente, la tierra tembló violentamente. Un resplandeciente ángel descendió desde el cielo, removió la pesada piedra y se sentó sobre ella. Su rostro brillaba como un relámpago y sus vestiduras eran blancas como la nieve. Los guardianes, aterrorizados por la visión, se desmayaron.
El ángel dirigió su mensaje a las mujeres: "No teman. Sé que buscan a Jesús, el crucificado. ¡No está aquí! Ha resucitado, tal como prometió. Vengan, vean el lugar donde yacía su cuerpo. Ahora, vayan de inmediato y anuncien a sus discípulos que ha resucitado y que los espera en Galilea. Lo verán allí. Recuerden mis palabras".
Llenas de una mezcla de temor y gozo, las mujeres abandonaron la tumba apresuradamente. En su camino, se encontraron con el propio Jesús, quien las saludó. Se postraron a sus pies adorándolo. Jesús las tranquilizó: "No teman. Vayan y díganles a mis hermanos que se dirijan a Galilea. Allí me encontrarán".
El Secreto de los Guardias
Mientras las mujeres se apresuraban a difundir la noticia, algunos de los guardias regresaron a la ciudad y comunicaron lo sucedido a los principales sacerdotes. Estos convocaron un concilio con los ancianos y decidieron sobornar a los soldados para que declararan: "Sus discípulos vinieron de noche mientras dormíamos y se llevaron su cuerpo".
Si el gobernador se enteraba, los sacerdotes ofrecieron proteger a los guardias. Aquellos aceptaron y divulgaron la falsa historia entre los judíos, que sigue circulando hasta el día de hoy.
La Gran Comisión
Los once discípulos partieron hacia Galilea, hacia el monte donde Jesús les había indicado. Al verlo, lo adoraron, aunque algunos dudaban. Jesús se acercó y les anunció: "Se me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra. Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Enséñenles a obedecer todo lo que les he mandado. Y recuerden, estoy con ustedes siempre, hasta el fin del mundo".
¿Quiénes fueron los primeros testigos de la resurrección de Jesús?
Mary Magdalene y la otra María (Mateo 28:1)
¿Qué sucedió en la tumba cuando las mujeres fueron a visitarla?
Un ángel del Señor descendió, rodó la piedra y se sentó sobre ella. Su rostro resplandecía como un rayo y su ropa era blanca como la nieve. Los guardias se desmayaron de miedo (Mateo 28:2-4)
¿Qué les dijo el ángel a las mujeres?
Les dijo que no tuvieran miedo, que Jesús había resucitado de entre los muertos, y les ordenó que se lo comunicaran a los discípulos (Mateo 28:5-7)
¿Qué sucedió cuando Jesús se encontró con las mujeres?
Corrieron hacia Él, le abrazaron los pies y lo adoraron (Mateo 28:9)
¿Qué les dijo Jesús a las mujeres después de su encuentro?
Les dijo que no temieran y que les dijeran a sus hermanos que fueran a Galilea, donde lo verían (Mateo 28:10)
¿Qué hicieron los guardias que vigilaban la tumba?
Algunos de ellos fueron a la ciudad e informaron a los principales sacerdotes lo que había sucedido (Mateo 28:11)
¿Cómo respondieron los líderes judíos al informe de los guardias?
Los sacerdotes sobornaron a los guardias para que dijeran que los discípulos de Jesús habían robado su cuerpo mientras dormían (Mateo 28:12-15)
¿A dónde fueron los once discípulos después de la resurrección?
Fueron a Galilea, a la montaña donde Jesús les había indicado que lo encontrarían (Mateo 28:16)
¿Qué autoridad le fue dada a Jesús después de su resurrección?
Toda autoridad en el cielo y en la tierra (Mateo 28:18)
¿Cuál fue la misión que Jesús confió a sus discípulos?
Hacer discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a obedecer todos sus mandamientos (Mateo 28: 19-20)