El Misterio de Juan el Bautista: Aceptando la Disminución
El Debate sobre la Purificación
En las riberas del Jordán, el bautismo se convirtió en un símbolo de arrepentimiento y fe. Mientras Jesús y sus discípulos bautizaban en Judea, Juan el Bautista también seguía bautizando cerca del río.
Una discusión surgió entre los discípulos de Juan y un judío sobre la purificación. Si bien la naturaleza exacta del debate no se aclara, podría haber girado en torno a la eficacia de los bautismos de Jesús en comparación con los de Juan.
La Respuesta de Juan: Exaltando a Jesús
En lugar de abordar directamente el tema de la purificación, Juan el Bautista dirigió la conversación hacia algo más profundo: la identidad de Jesús y el papel de Juan en su misión.
- Juan no era el Cristo: Reconoció que Jesús era el Mesías prometido.
- Juan era el amigo del novio: Se comparó a sí mismo con un amigo del novio en una boda, cuya alegría se completa cuando el novio recibe a la novia.
- Jesús debía crecer, Juan debía disminuir: Afirmó que el papel de Jesús era aumentar en importancia mientras que el suyo debía disminuir.
La Soberanía de Dios en la Salvación
Las palabras de Juan subrayaron la soberanía de Dios en la salvación. Explicó que:
- Dios da a las personas a Jesús.
- Dios había enviado a Juan para preparar el camino para Jesús.
- La voz de Jesús, como la de un pastor, atrae a sus seguidores.
- El matrimonio espiritual entre Jesús, el novio, y la iglesia, la novia, es obra de Dios.
La Alegría de Juan en la Disminución
Contrariamente a las normas humanas, Juan se regocijaba con gran alegría en la disminución de su propia importancia. Comprendió que:
- El propósito de Dios era que Jesús fuera exaltado.
- La voz de Jesús reunía a los creyentes.
- La novia, la iglesia, se alejaba de Juan hacia Jesús.
- Su alegría estaba completa en la glorificación de Jesús.
La Purificación a través del Cordero
Aunque el debate sobre la purificación no se abordó explícitamente, la afirmación de Juan de Jesús como el novio implicaba una conexión con la purificación. En el contexto del Evangelio de Juan, Jesús es identificado como el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo (Juan 1:29).
El matrimonio espiritual entre Jesús y la iglesia simboliza la purificación y santificación de la novia a través del sacrificio de Cristo. Como el Cordero sacrificado, Jesús limpia a sus seguidores de sus pecados y los presenta sin mancha ante Dios.
Juan el Bautista ejemplificó un corazón humilde y abnegado. Aceptó su papel como precursor de Jesús, centrándose no en su propia importancia sino en la gloria del Salvador. Su alegría en la disminución nos recuerda que la verdadera alegría se encuentra en exaltar a Dios y verlo crecer en nuestras vidas.
¿Por qué Juan el Bautista regresa a la escena después de la conversación con Nicodemo?
John the Baptist es traído de vuelta para ilustrar una respuesta alegre a las declaraciones radicales de Jesús sobre sí mismo y la obra soberana de Dios en la salvación.
¿Cómo responde Juan el Bautista a la disminución de sus seguidores?
Juan reconoce que Dios está dando a estas personas a Jesús y que este es el plan de Dios. Se alegra porque Dios está siendo glorificado y su voz está siendo escuchada.
¿Qué significa la imagen del novio y la novia en el texto?
Jesús es descrito como el novio y la iglesia como la novia. Esta imagen enfatiza que Jesús tiene a la novia porque ella conoce su voz y lo sigue.
¿Cómo se relaciona el novio con la purificación?
Aunque el texto no menciona explícitamente la purificación, se puede inferir a partir de la imagen de la novia y el novio. Jesús, como el Cordero de Dios, se sacrifica por los pecadores y los purifica de sus pecados.
¿Por qué Juan el Bautista se alegra de que Jesús aumente y él disminuya?
Juan ve esto como el cumplimiento del plan de Dios. Se alegra porque Dios está siendo glorificado y porque su propia voz ha preparado el camino para la voz superior de Jesús.