El Mensaje de Vida que Transforma
La Palabra de Vida: Una Revelación de Dios
El apóstol Juan, un testigo ocular, proclama la existencia de una figura extraordinaria: Jesús, la Palabra de Vida. Esta vida eterna, que una vez estuvo con el Padre, se reveló a la humanidad, permitiéndonos experimentarla y compartirla.
Dios: La Fuente de Luz y Verdad
El mensaje de Dios es claro: Él es la luz, sin oscuridad en su ser. Ignorar esta verdad y vivir en tinieblas es una contradicción. Sin embargo, aquellos que abrazan la luz, como Dios, experimentan comunión y purificación a través de la sangre de Jesucristo.
El Pecado: Su Realidad y Remedio
Reconocer nuestro pecado no es un fracaso, sino un paso hacia la verdad. Cuando confesamos nuestros errores, Dios, en su fidelidad y justicia, nos perdona y purifica. Negar el pecado es negar la palabra de Dios, dejándola sin lugar en nuestras vidas.
Preguntas Frecuentes sobre 1 Juan 1: La Palabra de Vida
¿Quién es la Palabra de Vida?
Jesús es la Palabra de Vida, aquel que existió desde el principio, a quien los apóstoles vieron, escucharon y tocaron (v. 1-2).
¿Qué mensaje trajeron los apóstoles?
Que han visto y oído a Jesús, quien es vida eterna (v. 2-3).
¿Cómo podemos tener comunión con Dios y entre nosotros?
Viviendo en la luz, confesando nuestros pecados y siendo limpiados por la sangre de Jesús (v. 5-7).
¿Qué es el pecado?
El pecado es cualquier transgresión de la ley de Dios (v. 8).
¿Cómo podemos recibir el perdón de los pecados?
Confesándolos a Dios, quien es fiel y justo para perdonarnos (v. 9).
¿Qué sucede si negamos haber pecado?
Llamamos a Dios mentiroso y demostramos que su palabra no tiene cabida en nuestros corazones (v. 10).