El lamento de un profeta: Ruina y desolación

El llanto del profeta

El profeta Jeremías expresa su profundo dolor por la condición de su pueblo. Anhela ser una fuente inagotable de lágrimas para llorar la muerte de los inocentes. La traición, la falsedad y la violencia reinan entre ellos, lo que lo lleva a desear un escape a la soledad del desierto.

La palabra del Señor

El Señor condena la iniquidad del pueblo. Han abandonado su ley, adorando a dioses falsos y siguiendo sus propios deseos egoístas. Por ello, enfrentarán un castigo severo: serán alimentados con ajenjo, agua amarga y dispersados entre naciones desconocidas.

La ruina y el exilio

Las ciudades de Judá quedarán desoladas, y Jerusalén se convertirá en ruinas. El campo será quemado y abandonado, y los animales huirán. La muerte entrará en sus hogares, llevando a la desesperación y al luto.

El conocimiento de Dios, la verdadera gloria

El profeta exhorta al pueblo a buscar la verdadera gloria en el conocimiento de Dios. No es la sabiduría, el poder o la riqueza lo que trae honor, sino comprender la bondad, la justicia y la misericordia de Dios.

El juicio venidero

El Señor advierte que castigará a aquellos que se han circunciso solo externamente, pero no internamente. Las naciones circundantes y el propio Israel enfrentarán su juicio por su falta de circuncisión del corazón, revelando la hipocresía y la corrupción que han impregnado la tierra.

Preguntas frecuentes sobre Jeremías 9

¿Por qué lamenta Dios tanto la condición de su pueblo?

Porque lo han abandonado, se han rebelado contra su ley y han adorado ídolos. (vers. 13-14)

¿Qué juicio espera al pueblo de Dios?

Serán alimentados con absintio y agua de hiel, dispersados entre los gentiles y consumidos por la espada. (vers. 15-16)

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¿Cómo describe el profeta la desolación de la tierra?

Como un páramo quemado, sin vida ni sonido. (vers. 10)

¿Qué ordena Dios que hagan las mujeres de Jerusalén?

Que lloren y lamenten la ruina que ha llegado a la ciudad. (vers. 17-19)

¿En qué se debe gloriar el ser humano según Dios?

En comprender y conocer a Dios como el que ejerce misericordia, justicia y rectitud. (vers. 24)

¿Qué advertencia da Dios a los que están circuncidados físicamente pero no espiritualmente?

Que serán castigados junto con los que no están circuncidados. (vers. 25-26)

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