El Infatigable Amor de Cristo: Mi Amado me Desea
Mi Amado, Mi Persona
En el Cantar de los Cantares, la reina proclama: "Yo soy de mi amado, y mi amado es mío" (Cantar de los Cantares 6:3). Estas palabras nos invitan a explorar la íntima relación de amor entre Cristo y cada uno de nosotros.
Si bien el evangelio nos llama a todos, también debe personalizarse. No somos el centro, pero sí importamos. Cada pasaje de la Biblia cobra pleno sentido cuando lo encontramos en Jesús, incluido el Cantar de los Cantares.
Especial por Su Gracia
Decir "Yo soy de mi amado" es participar en la grandeza de la cristología, el corazón de la teología bíblica y la riqueza del evangelio. Jesús es el verdadero "amado", el Hijo de Dios (Mateo 3:17). Es a él a quien apuntan las Escrituras (Lucas 24:44), y a quien el Espíritu Santo exalta constantemente (Juan 16:14).
Al ver a Jesús revelado como Creador, Sustentador, Redentor, León de Judá, Cordero de Dios y Luz de la Nueva Jerusalén, nos postramos con asombro. Nos unimos a los ángeles y a toda la creación para proclamar su gloria eterna (Apocalipsis 4-5).
Pero es aún más grandioso poder decir "Yo soy de mi amado". Yo, como persona, no solo los gigantes espirituales que parecen más dignos de tal honor. Soy suya, ahora mismo, no cuando sea lo suficientemente buena o digna. Pertenezco a Jesús tanto como siempre lo haré.
Su Amor Inquebrantable
Detengámonos un momento. ¿Qué despiertan estas palabras en nuestros corazones? ¿Es el evangelio principalmente un conjunto de proposiciones teológicas que defendemos? ¿O es una Persona en quien encontramos nuestro mayor deleite? ¿A dónde acudimos cuando Jesús no es suficiente?
Recordemos las palabras de Jeremías: "Me acuerdo de ti, de la devoción de tu juventud, del amor de tu desposorio, cuando me seguías por el desierto" (Jeremías 2:2). Regocijémonos en la tenacidad de su amor perseguidor.
El Novio Amado
Como escribe Tim Keller, Jesús es el cónyuge que siempre hemos deseado. Todas las demás formas de romance e intimidad deben apuntar a su amor y ser el fruto de nuestra relación con él. Todos los matrimonios, excepto nuestro matrimonio con Jesús, son temporales.
Somos amados por Jesús porque él, el Amado, fijó su inagotable y firme afecto en nosotros. Como la esposa de Oseas, buscamos amor y entregamos nuestro amor a cualquiera y a cualquier cosa que no sea Jesús. Jesús es el gran Esposo que, en la cruz, se convirtió en el no amado, para que en él conociéramos el amor pródigo de Dios por nosotros.
Amor que Supera el Conocimiento
Aún más grandiosas son estas palabras: "Y su deseo es para mí". Saber que el bello, puro y amoroso Jesús realmente nos desea y se deleita en nosotros es maravilloso.
¿Qué puede compararse con este glorioso estado y posición en gracia? El evangelio puede ser cierto para nosotros, pero ¿es hermoso y real? ¿Nos deja sin aliento y nos da aliento para adorar y servir a un Salvador tan maravilloso y misericordioso como Jesús?
Preguntas frecuentes
¿Cuál es el significado de "Yo soy de mi amado y su deseo es para mí"?
Este versículo del Cantar de los Cantares expresa el conocimiento de la amada de que ella es amada profundamente por su amado, Jesucristo, quien la desea y se deleita en ella.
¿Por qué es importante personalizar el evangelio?
El evangelio es tanto general (dirigido a todos) como personal (aplicable a cada individuo). Al reconocer que Jesús nos ama personalmente, podemos experimentar más profundamente su gracia y amor.
¿Cómo podemos fortalecer nuestra fe en el amor de Jesús?
Podemos fortalecer nuestra fe pasando tiempo en oración, leyendo la Biblia y enfocándonos en la verdad de que Jesús nos ama incondicionalmente. También podemos buscar ejemplos de su amor en nuestras vidas y en el mundo que nos rodea.
¿Qué significa que Jesús se convirtió en el "no amado" en la cruz?
En la cruz, Jesús asumió el castigo por nuestros pecados, convirtiéndose en el "no amado" para que nosotros pudiéramos experimentar el amor de Dios a través de él.
¿Cómo podemos tener una visión más profunda del amor de Jesús?
Podemos tener una visión más profunda del amor de Jesús pidiendo al Espíritu Santo que nos revele su amor, estudiando su vida y enseñanzas, y buscando formas de experimentar su amor en nuestras propias vidas.