El Dios de Paz: Guía para una Vida Piadosa

El Pastor Supremo y el Pacto Eterno

El Dios de paz, quien resucitó de entre los muertos a nuestro Señor Jesús, el gran Pastor de las ovejas, sella un pacto eterno mediante la sangre derramada. Este pacto nos reconcilia con Dios, eliminando la brecha del pecado.

Perfeccionamiento en las Buenas Obras

El Dios de paz desea guiarnos hacia la perfección en cada acción virtuosa. Su voluntad es que hagamos lo que le agrada, y Él trabaja en nosotros para lograrlo. A través de la sangre del pacto eterno, Él equipa a sus seguidores con la fuerza y la guía necesarias para cumplir su propósito.

La Gloria de Jesucristo

El proceso de santificación y perfeccionamiento se realiza a través de Jesucristo. Su sacrificio en la cruz nos redime del pecado y nos capacita para vivir vidas piadosas. Por tanto, toda la gloria y el honor deben ser dados a Jesucristo, quien nos guía y sostiene en nuestro caminar con Dios.

El Dios de paz es nuestro guía en el camino de la perfección. Su pacto eterno y la resurrección de Jesucristo nos dan poder y esperanza para vivir vidas que le agraden. Al confiar en Él, podemos experimentar la plenitud de la vida y la alegría eterna en su presencia.

Preguntas Frecuentes

¿Quién es el Dios de la paz?

El Dios de la paz es el Dios que trajo de vuelta a Jesús de entre los muertos y que hizo un pacto eterno con su sangre.

¿Qué hizo el Dios de la paz?

El Dios de la paz trajo de vuelta a Jesús de entre los muertos y selló un convenio eterno con su sangre.

¿Cómo podemos ser equipados para hacer la voluntad de Dios?

Podemos ser equipados para hacer la voluntad de Dios a través de la obra del Dios de la paz en nosotros, por el poder de Jesucristo.

¿Por qué debemos dar gloria a Dios?

Debemos dar gloria a Dios porque Él es digno de ella por sus buenas acciones y por su poder para hacernos completos en todo lo bueno.

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