Dios le ordenó a Jonás, un profeta, que fuera a Nínive, una ciudad conocida por su maldad. Jonás inicialmente se resistió, pero finalmente obedeció y viajó a la ciudad.
El mensaje de Jonás
Jonás caminó por Nínive durante un día, proclamando que la ciudad sería destruida en cuarenta días. Los habitantes de Nínive creyeron el mensaje de Jonás y respondieron con un arrepentimiento sincero.
El arrepentimiento de los ninivi
El arrepentimiento de Nínive fue completo. Desde el rey hasta la gente común, todos ayunaron, se vistieron de cilicio y se lamentaron por sus pecados. Rogaron a Dios que perdonara su maldad y les concediera misericordia.
La respuesta de Dios
Dios vio el arrepentimiento genuino de los ninivi y cambió de opinión. Decidió no destruir la ciudad como había planeado. En cambio, les mostró misericordia y los perdonó.
Lecciones para nosotros
La historia del arrepentimiento de Nínive enseña varias lecciones valiosas:
El perdón es posible: Incluso para aquellos que han cometido grandes pecados, el perdón de Dios está disponible.
El arrepentimiento debe ser sincero: El arrepentimiento verdadero implica un cambio genuino de corazón y un rechazo de los caminos pecaminosos.
La misericordia de Dios es grande: A pesar de la maldad de los ninivi, Dios mostró misericordia y los perdonó.
Dios responde al arrepentimiento: Cuando nos arrepentimos sinceramente, Dios está dispuesto a perdonarnos y restaurar nuestra relación con Él.
Preguntas Frecuentes
h3. ¿Por qué Dios envió a Jonás a Nínive?
Para predicar un mensaje de arrepentimiento y advertirles de la destrucción inminente (versículo 2).
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