¿Dios te quiere cerca de los niños?
El llamado a la debilidad y la necesidad
Jonathan Parnell, pastor principal de Cities Church en Saint Paul, Minnesota, enfatiza la importancia de recibir a los niños y a los necesitados en la vida cristiana. Él señala un encuentro en Marcos 10 donde Jesús reprendió a sus discípulos por impedir que los niños se acercaran a él.
El valor de los niños en el reino de Dios
Jesús enseñó que el reino de Dios pertenece a los niños, no a los poderosos o exitosos. Los niños representan la debilidad, la dependencia y la necesidad. Al recibirlos, estamos reconociendo que Jesús valora la humildad y la vulnerabilidad.
La transformación de Parnell
Parnell comparte una experiencia personal en la que se dio cuenta del error de su anterior deseo de estar donde Dios estaba "actuando". Ahora entiende que Dios a menudo obra en medio de los débiles y necesitados, como los niños.
El corazón de Jesús
Jesús no se preocupa por lo que podemos darle, sino por nuestra disposición a recibir su amor y gracia. Él nos invita a acercarnos a él con las manos vacías, reconociendo nuestra debilidad y dependencia.
El llamado a la humildad
Para entrar en el reino de Dios, debemos volvernos como niños, deshaciéndonos de nuestro orgullo y autosuficiencia. Solo entonces podremos recibir la bendición y el amor de Jesús.
¿Cuál fue el conflicto entre los discípulos y Jesús en Marcos 10:13-16?
Los discípulos intentaron impedir que los niños se acercaran a Jesús para que no lo distrajeran de su importante ministerio, mientras que Jesús insistió en que los dejaran venir porque el reino de Dios pertenece a los que son como niños.
¿Cómo se ve el mundo a los niños en el tiempo de Jesús?
Como una molestia y una carga, ya que no contribuían a la sociedad y solo necesitaban y tomaban.
¿Qué significa "recibir el reino de Dios como un niño" (Marcos 10:15)?
Acercarse a Jesús con humildad, reconociendo nuestra propia debilidad y necesidad de su gracia.
¿Por qué es importante recordar la bienvenida de Jesús a los niños?
Nos recuerda que Dios recibe a todos, independientemente de su edad, estatus social o capacidad, y que su trabajo se encuentra entre los débiles y necesitados.
¿Cómo puede aplicarse este mensaje a nuestras vidas hoy?
Debemos recibir a Jesús con un corazón humilde, reconociendo nuestra propia debilidad y necesidad de su ayuda, y debemos buscar servir a los que están en necesidad y sentirse marginados.