¿Dios se olvida de nuestros problemas?
El conocimiento previo de Dios: una fuente de consuelo
La Biblia nos dice que "Dios vio al pueblo de Israel, y supo" (Éxodo 2:25). Estas palabras, "Dios supo", están llenas de esperanza. Dios estaba al tanto del sufrimiento de cada persona, entendía su situación y cómo les afectaba.
Dios sabía de la degradación inhumana y las violaciones sistemáticas a las que eran sometidos los esclavos. Conocía el desgaste prematuro de sus cuerpos por el agotador trabajo manual (Éxodo 1:11). Entendía la amarga erosión de la esperanza que se produce cuando todo el esfuerzo solo beneficia a abusadores desagradecidos (Éxodo 1:14).
Dios sabía del horror y el trauma del infanticidio legalizado y forzado (Éxodo 1:16). Y conocía el resentimiento y la ira que hervían a fuego lento en una cultura de desesperanza, que a veces estallaban en violencia vengativa contra los opresores (Éxodo 2:11-12) y otras veces en trágica violencia dentro de la comunidad oprimida (Éxodo 2:13).
Dios sabía todo esto y se estaba preparando para actuar de una manera que dejaría una huella permanente e indeleble en la memoria colectiva de la humanidad.
El propósito de Dios en medio del sufrimiento
Pero Dios no solo supo todo esto cuando sucedió. Lo sabía mucho antes de que pareciera remotamente posible que pudiera suceder. Siglos antes, Dios le había dicho a Abraham, el fundador de la nación israelita: "Ten por cierto que tu descendencia será extranjera en tierra ajena, y será esclava allí, y será oprimida cuatrocientos años. Mas también a la nación a la cual servirán, juzgaré yo; y después de esto saldrán con gran riqueza" (Génesis 15:13-14).
La naturaleza y las implicaciones del conocimiento previo de Dios, lo que Él sabe de antemano y cuán cierto es este conocimiento, han sido debatidas durante milenios. Ciertamente, es agua profunda para que los intelectos humanos naden en ella.
Sin embargo, en este texto tenemos una cita directa del propio Dios sobre el tema. Y lo dice con tanta claridad que un niño no podría equivocarse: "Ten por cierto que tu descendencia será [esclavizada] y será oprimida cuatrocientos años". Esto no fue un experto calificado haciendo una suposición educada sobre las futuras decisiones de agentes morales libres basándose en probabilidades. Esta fue una previsión clara, específica y segura. Dios ciertamente supo de antemano que los israelitas experimentarían un sufrimiento desesperado.
Y su previsión revelada también reveló claramente un propósito divino en esta experiencia horrible, un propósito cuyo alcance se extendía mucho más allá de Israel.
Dos versículos más adelante en Génesis 15, Dios le dice a Abraham: "Y tus descendientes volverán acá [a Canaán] en la cuarta generación, porque aún no ha llegado a su colmo la iniquidad del amorreo" (Génesis 15:16). Esta declaración sobre los amorreos es un regalo multifacético para los santos de Dios. Desempacar sus implicaciones requeriría un libro. En ella hay un mundo de precisa paciencia, justicia, juicio de Dios y más.
Pero con respecto al sufrimiento de Israel, vemos en la alusión amorrea una joya rara de la lógica de Dios para su línea de tiempo. Las oraciones de los israelitas esclavizados deben haber sonado muy parecidas a las de su futuro pariente real: "¿Hasta cuándo, Jehová? ¿Me olvidarás para siempre?... ¿Hasta cuándo mi enemigo se enaltecerá sobre mí?" (Salmo 13:1-2). Dios rara vez proporciona una respuesta a tal pregunta.
Pero aquí da una respuesta antes de que la pregunta fuera formulada.
¿Hasta cuándo, oh Jehová? Cuatrocientos años. ¿Por qué tanto tiempo? Porque mis propósitos involucran mucho más que solo Israel y Egipto. También involucran el pecado y mi justo juicio sobre los pueblos de Canaán. Cuando sea el momento oportuno para que yo cumpla mi pacto con Abraham, también será el momento oportuno para que yo juzgue la maldad de los amorreos.
En la experiencia sangrienta, sudorosa, llorosa y agonizante de la esclavitud, habría parecido que Dios se había olvidado. No fue así. Él sabía. Él había previsto. Y sabía exactamente lo que estaba haciendo.
Preguntas Frecuentes
¿Quién es Jon Bloom?
Jon Bloom es profesor y cofundador de Desiring God, un ministerio cristiano. También es autor de varios libros, incluidos "Not by Sight" y "True to His Word".
¿Qué evento importante se menciona en el texto?
El texto menciona el sufrimiento del pueblo de Israel en Egipto durante su esclavitud.
¿Qué palabras del texto aportan esperanza?
Las palabras "Dios sabía" son un recordatorio de que Dios es consciente del sufrimiento de Su pueblo.
¿Por qué Dios permitió que Israel sufriera?
Dios permitió que Israel sufriera porque tenía un propósito en ese sufrimiento, que incluía prepararlos para la liberación y juzgar a las naciones de Canaán.
¿Qué garantía da el texto a los que sufren?
El texto garantiza que Dios ve y conoce el sufrimiento de Su pueblo y que finalmente los sacará de su aflicción.