Dios brilla más en nuestros momentos de desorden
La comunidad cristiana es desordenada
La vida es complicada y llena de dificultades. Los clichés cristianos no son suficientes para abordar los desafíos que enfrentamos. La comunidad cristiana, tanto en iglesias como en grupos pequeños, es desordenada por naturaleza. Tenemos amigos que pasan por momentos difíciles, heridas profundas y problemas complejos. Queremos una comunidad agradable y fácil, pero la verdadera comunidad centrada en Cristo tendrá sus dificultades.
El evangelio poderoso
El evangelio nos transforma de personas que evitan el riesgo y el desorden a personas que se apoyan mutuamente en el dolor y la confusión. El evangelio cambia a los egocéntricos en personas que sirven desinteresadamente a los demás. Transforma a los orgullosos en humildes, dispuestos a pedir ayuda. Convierte a los grupos cerrados en comunidades acogedoras para quienes buscan a Dios. El evangelio motiva a la generosidad y al apoyo a los matrimonios en dificultades, a las viudas y a quienes adoptan niños.
Dios quiere gente rota
Dios obra a través del desorden para bien de quienes lo aman. Necesitamos a los necesitados y a los rotos, especialmente a los rotos. El apóstol Pablo dice que todas las partes del cuerpo son necesarias, incluso las más débiles. Necesitamos a quienes sufren discapacidad mental, enfermedad física o corazones rotos tanto como a quienes están bien.
Inclínate hacia la comunidad
Llevar las cargas de los demás y perdonarnos unos a otros es desordenado. Pero deja que el desorden te haga más parecido a Cristo. El cuerpo de Cristo te necesita, ya seas una mano, un pie o un dedo del pie con juanetes. No será fácil, pero nos necesitamos unos a otros para ver el poder transformador del evangelio. Cuando caminamos juntos a través de las alegrías y las dificultades, Dios obra su mejor obra en y a través de nosotros.
Preguntas frecuentes sobre el desorden en la comunidad cristiana
¿Por qué la comunidad cristiana es desordenada?
- Somos pecadores, el mundo está roto y Dios está trabajando.
- El evangelio transforma a las personas en quienes se apoyan mutuamente en tiempos difíciles.
¿Cómo puede el desorden ayudarnos a crecer?
- Nos ayuda a dejar de evitar el desorden y abrazarlo.
- Nos transforma de egocéntricos a servidores desinteresados.
- Nos hace humildes y dispuestos a pedir ayuda.
- Nos abre a aceptar a los demás, independientemente de sus luchas.
¿Qué papel juegan los miembros necesitados en la comunidad cristiana?
- Son esenciales para la salud de la comunidad.
- Nos recuerdan que todos necesitamos la gracia y el apoyo de Dios.
- Pueden enseñarnos lecciones valiosas sobre la alegría, la gratitud y la dependencia de Dios.
¿Cómo debemos responder al desorden en la comunidad?
- Apoyarnos unos a otros y llevar las cargas de los demás.
- Perdonarnos unos a otros y trabajar juntos para sanar.
- Recordar que Dios usa el desorden para transformarnos a nosotros y a los demás.
- Buscar a Jesús y su cruz como fuente de esperanza y sanidad.
¿Cómo podemos ayudar a Dios a hacer su mejor trabajo en nosotros?
- Sirviéndonos unos a otros, especialmente cuando no tenemos respuestas fáciles.
- Apuntando a otros a Jesús y su obra redentora.
- Caminando juntos a través de alegrías y pruebas para experimentar el poder transformador del evangelio.