¡Desenmascara la calumnia!
La sutileza de la difamación
La calumnia se disfraza de muchas formas. Puede presentarse como chismes inofensivos o comentarios negativos sutiles. A veces, exageramos la información o embellecemos los informes para mejorar nuestra propia imagen. Incluso podemos compartir preocupaciones genuinas con personas que no pueden ayudar ni beneficiarse de ellas, simplemente para alimentar nuestro deseo de que otros piensen mal de alguien.
Lo que une a todas estas formas de calumnia es su objetivo injusto: devaluar la reputación de otra persona.
La calumnia es un robo
Una buena reputación es un tesoro invaluable. Cuando atacamos el buen nombre de alguien, le estamos robando algo que les pertenece. Vemos las consecuencias reales y duraderas de la calumnia en las personas cuyas reputaciones han sido dañadas.
Dios odia la calumnia (Éxodo 20:7). Nos responsabilizará por cada palabra descuidada que pronunciemos (Mateo 12:36).
Lucha contra la calumnia en ti mismo
El mayor calumniador que debemos silenciar es el que llevamos dentro. Nuestra naturaleza pecaminosa busca nuestro propio beneficio y se complace en manipular a otros a través de la calumnia o la adulación.
El pecado nos lleva a malinterpretar las preocupaciones o las ofensas que recibimos de otros y nos hace pensar mal de ellos. Este "calumniador interior" es una ilusión dañina. Debemos ser implacables al ignorarlo y silenciarlo.
Ayudándonos mutuamente a combatir la calumnia
Cuando alguien nos calumnia, debemos recordar que estamos luchando contra fuerzas espirituales del mal (Efesios 6:12). Podemos ayudarnos mutuamente convirtiéndonos en personas que no sean susceptibles de ser calumniadas.
Hagamos preguntas como:
- ¿Has hablado directamente con esta persona sobre tu preocupación?
- ¿Es esta información que realmente necesito saber?
- ¿Estás haciendo todo lo posible para eliminar la amargura y la calumnia?
- ¿Cómo puedo ayudarte a proteger la reputación de esta persona?
Los amigos no se permiten calumniar. El amor por los demás nos hace odiar la calumnia, porque un calumniador odia a sus víctimas (Proverbios 26:28).
Una palabra sobre la calumnia y las situaciones abusivas
En algunos casos, puede ser necesario compartir información dañina para la reputación de alguien. Sin embargo, esto debe hacerse con precaución y solo cuando sea necesario para la justicia o la seguridad individual, como:
- Reportar abusos confirmados a las autoridades.
- Participar en investigaciones de comportamiento abusivo para confrontar al culpable o limpiar su nombre.
- Informar discretamente sobre un comportamiento abusivo para evitar que otros sufran daños.
En tales casos difíciles, debemos guiarnos por las instrucciones de Jesús en Mateo 18:15-17 y ser prudentes en nuestro enfoque, preservando las reputaciones de los demás tanto como sea posible.
¿Qué es la calumnia?
Según el texto, la calumnia es "decir algo falso sobre alguien que resulta, intencionalmente o no, en dañar la reputación de esa persona".
¿Por qué Dios odia la calumnia?
Dios odia la calumnia porque considera que es un mal que divide las relaciones y obstaculiza la misión de la iglesia.
¿Cómo puede la calumnia ser sutil?
La calumnia puede ser sutil cuando:
- Se transmite información dañina que parece inofensiva.
- Se embellece o exagera la información negativa para mejorar la percepción del oyente sobre el emisor.
- Se comparten preocupaciones sobre alguien con una persona inapropiada que no puede ayudar o beneficiarse.
¿Por qué la calumnia es un robo?
La calumnia es un robo porque daña injustamente la reputación de una persona, que es su activo más valioso.
¿Cómo podemos combatir la calumnia en nosotros mismos?
Debemos silenciar la voz de la calumnia dentro de nosotros ignorando y desechando los pensamientos negativos y egoístas que nos tientan a hablar mal de los demás.
¿Cómo podemos ayudarnos mutuamente a combatir la calumnia?
Podemos ayudarnos unos a otros a combatir la calumnia haciéndonos preguntas como:
- "¿Has compartido tu preocupación directamente con esta persona?"
- "¿Estoy compartiendo esta información para ayudar a resolver un conflicto o para dañar la reputación de alguien?"
- "¿Estoy haciendo todo lo posible para evitar la calumnia?"
¿Cuándo es necesario compartir información que puede dañar la reputación de alguien?
Puede ser necesario compartir información que daña la reputación de alguien en casos de:
- Denunciar abusos o pecados confirmados a las autoridades correspondientes.
- Participar en investigaciones de comportamiento abusivo o pecaminoso para confrontar al perpetrador o limpiar su nombre.
- Informar discretamente a otros sobre comportamientos abusivos o pecaminosos confirmados para protegerlos de posibles daños.