Descubre la Gloria de Dios en el Salmo 95
Un Himno de Alabranza y Adoración
¡Alcemos nuestras voces en cánticos al Señor, el inquebrantable pilar de nuestra salvación! Acerquémonos a él con corazones agradecidos y entonemos salmos que exalten su grandeza.
La Majestad y el Poder Divino
El Señor es un Dios incomparable, un Rey soberano que reina sobre todos los dioses. En sus manos sostiene las profundidades de la tierra y las imponentes montañas. Los vastos océanos son su dominio, y sus manos moldearon la tierra firme.
Adoración y Sumisión
Postrémonos ante el Señor, nuestro Creador y Sustentador. Arrodillémonos en adoración, pues él es nuestro Dios y nosotros su rebaño. Escuchemos atentamente su voz hoy y endurezcamos nuestros corazones.
La Advertencia del Señor
El Señor nos advierte que no endurezcamos nuestros corazones como hicieron los israelitas en Meribah y Massá en el desierto. Allí, pusieron a prueba su paciencia y se rebelaron contra su voluntad. Durante cuarenta años, su ira ardió contra ellos, y juró que nunca entrarían en su descanso.
Preguntas frecuentes sobre el Salmo 95
¿Por qué debemos alabar al Señor?
Respuesta: Porque es un gran Dios, un Rey sobre todos los dioses, y el Creador de todo (versículos 3-5).
¿Cómo debemos alabar al Señor?
Respuesta: Cantando, dando gracias, postrándonos y adorándolo (versículos 1-6).
¿Qué advertencia nos da el Señor en este salmo?
Respuesta: No endurecer nuestros corazones como Israel en el desierto, quienes se rebelaron y se negaron a escuchar su voz (versículos 8-11).
¿Qué consecuencias enfrentaremos si endurecemos nuestros corazones?
Respuesta: No entraremos en el lugar de descanso de Dios (versículo 11).
¿Por qué es importante escuchar la voz del Señor?
Respuesta: Porque es nuestro pastor y guía, y desea que hagamos su voluntad (versículo 7).