¡Descubre el poder transformador del ayuno cristiano!
El ayuno, un hábito perdido en la actualidad
A pesar de las innumerables referencias bíblicas sobre el ayuno, muchos cristianos nunca o rara vez lo practican. No es por falta de conocimiento o voluntad, sino simplemente por desidia.
Las razones del desinterés por el ayuno
Vivimos en una sociedad de consumo donde la comida está omnipresente. Comemos no solo cuando necesitamos, sino también por placer, socialización o evasión de responsabilidades. Además, nuestros propios deseos y ansias de comodidad nos apartan del ayuno, que es percibido como una práctica incómoda.
El ayuno, una disciplina espiritual
El ayuno implica abstenerse voluntariamente de alimentos u otros placeres legítimos por un propósito espiritual. Es una práctica contracultural que nos recuerda que no debemos depender únicamente de las cosas materiales.
Los beneficios del ayuno
Al ayunar, extendemos nuestros corazones más allá de las preocupaciones terrenales. Nos permite expresar nuestro descontento con nuestro pecado y nuestro anhelo de una mayor comunión con Cristo. Nos ayuda a prepararnos para el regreso de Jesús, cuando el ayuno habrá cumplido su propósito y será reemplazado por un banquete celestial.
Consejos para empezar a ayunar
El ayuno puede ser difícil, pero con estos sencillos consejos puedes comenzar:
- Comienza con poco: No intentes ayunar durante días enteros de inmediato. Empieza con una comida a la semana y ve aumentando gradualmente.
- Planifica actividades alternativas: El ayuno no es solo privación, sino una disciplina que busca una mayor plenitud en Dios. Planifica actividades como oración, meditación o servicio a los demás para llenar el tiempo que normalmente dedicarías a comer.
- Considera a los demás: El ayuno no es una excusa para ser egoísta. Informa a quienes te rodean sobre tu decisión de ayunar para evitar causarles molestias.
- Prueba diferentes tipos de ayuno: Puedes ayunar de alimentos, redes sociales, televisión o cualquier otra actividad que te impida acercarte a Dios.
¿Por qué ayunar es tan difícil?
Ayunar suena mucho más fácil en concepto de lo que resulta ser en la práctica. Puede ser sorprendente lo nerviosos que nos sentimos cuando nos saltamos una comida.
¿Cuáles son los beneficios de ayunar?
El ayuno nos enriquece en alegría en Jesús y prepara nuestros corazones para el próximo: para verlo cara a cara. Cuando Él regrese, no llamará al ayuno, sino que hará un banquete.
¿Cómo empezar a ayunar?
Seis consejos:
- Empiece poco a poco.
- Planifique lo que hará en lugar de comer.
- Considere cómo afectará a los demás.
- Pruebe diferentes tipos de ayuno.
- Ayune de algo más que comida.
- No piense en elefantes blancos.