¡Descansa en Jesús! Una invitación a los cansados
La vida pesa, pero Jesús ofrece alivio
La vida está llena de desafíos: trabajo, responsabilidades familiares, problemas de salud, conflictos interpersonales... Casi todo lo que hacemos puede agotarnos. Pero lo que más nos agota no son las tareas, sino nuestras creencias.
Nuestras creencias pueden aliviar o agravar nuestras cargas. Jesús lo sabía. Por eso, al ver a las multitudes que lo seguían, se compadecía de ellos, "porque estaban fatigados y desanimados, como ovejas que no tienen pastor" (Mateo 9:36).
Movido por la compasión, Jesús exclamó:
"Vengan a mí todos los que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso. Tomen mi yugo sobre ustedes y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallarán descanso para sus almas. Porque mi yugo es fácil y mi carga ligera" (Mateo 11:28-30).
La invitación de Jesús a encontrar descanso
Jesús sigue sintiendo la misma compasión por los que están cargados hoy. Nos invita con la misma urgencia y ternura que a aquellos que estaban cansados y desamparados. Su mayor deseo es que encontremos el descanso que tanto necesitamos, un descanso que solo él puede dar.
Nos llama a acudir a él, una orden llena de gracia y misericordia que alivia cargas.
El yugo de la incredulidad
"Vengan a mí... y yo les daré descanso". ¿Quién no querría recibir una invitación tan maravillosa? Muchos, como descubrimos en el contexto de estos versículos.
Antes y después de que Jesús hiciera esta oferta, reprendió a los habitantes de ciertas ciudades (Mateo 11:20-24) y a los líderes religiosos judíos (Mateo 12:1-14). A pesar de haber escuchado sus enseñanzas y presenciado sus milagros, no creyeron en él.
La ofensa de los líderes fue aún peor. No solo rechazaban el descanso que Jesús ofrecía, sino que sus enseñanzas solo agregaban cargas a sus oyentes agobiados. Jesús les dijo: "Atan cargas pesadas y difíciles de llevar, y las ponen sobre los hombros de los hombres, pero ellos ni siquiera se moverán para ayudarlos" (Lucas 11:46).
La incredulidad y las creencias erróneas causaban gran miseria.
Por eso, del corazón del Hijo de Dios, "la imagen misma de su naturaleza" (Hebreos 1:3), brota esta gran invitación. Fluyó de su dolor al ver las insoportables cargas que se acumulaban sobre las personas y de su deseo compasivo de llevar sus cargas por ellas. Si se lo permitían, cambiaría lo insoportable por un yugo fácil y una carga ligera.
Deja que Jesús lleve lo insoportable
¿Qué es exactamente este yugo fácil que Jesús nos ofrece? Jesús respondió a esta pregunta cuando una multitud le preguntó: "¿Qué debemos hacer para realizar las obras de Dios?" (Juan 6:28). "Esta es la obra de Dios", respondió, "que crean en el que ha enviado" (Juan 6:29). Y a sus discípulos, la noche antes de morir, les dijo: "Permanezcan en mí" (Juan 15:4). Creer en mí, permanecer en mí, confiar en mí: esta es, en esencia, la tarea que Jesús requiere de quienes buscan descanso en él. Quiere que vivamos por fe en él, apoyados en las promesas de esperanza de Dios.
A cambio, Jesús quita nuestro antiguo yugo y lo lleva sobre sus propios hombros: "Él mismo llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero" (1 Pedro 2:24). En la cruz, Jesús tomó nuestro yugo inconcebible e insoportablemente pesado de condenación y castigo por el pecado. Y esa obra redentora no solo compró nuestra justificación (2 Corintios 5:21); también asegura el cumplimiento de la promesa de Dios de suplir todas nuestras necesidades (Filipenses 4:19) y respalda su invitación a que continuamente echemos todas nuestras ansiedades sobre él, ya que él continuamente cuida de nosotros (1 Pedro 5:7).
En este intercambio, Jesús lleva todas nuestras insoportables cargas del alma y nos da el descanso del alma que tanto necesitamos.
¿Qué tipo de descanso ofrece Jesús?
El descanso que ofrece Jesús es para nuestras almas, liberándonos de las pesadas cargas de creencias falsas y dándonos esperanza en sus promesas.
¿Cómo acepto la invitación de Jesús?
Aceptas la invitación de Jesús creyendo en él, confiando en él y viviendo por fe en sus promesas.
¿El descanso de Jesús significa que la vida dejará de ser difícil?
No, el descanso de Jesús no elimina las dificultades de la vida, sino que las transforma dándote esperanza y fortaleza para enfrentarlas.
¿Por qué es importante aceptar la invitación de Jesús?
Aceptar la invitación de Jesús es esencial porque solo él puede proporcionar el descanso verdadero para tus cargas y darte esperanza en medio de las dificultades.