¿Debo cortar lazos si mi familiar es un cristiano inmoral?

El dilema de la disciplina eclesiástica y las relaciones familiares

El versículo de 1 Corintios 5:11 plantea una pregunta difícil: ¿Debemos evitar a quienes se llaman cristianos pero viven en pecado sexual? Si nuestro padre o un familiar cercano comete adulterio y afirma ser cristiano, ¿podemos simplemente no hablarles?

Priorizar las relaciones familiares

Cuando la disciplina eclesiástica afecta a las relaciones familiares, la situación se vuelve compleja. La Biblia enfatiza la obediencia de los hijos a sus padres y la fidelidad de las esposas a sus esposos, incluso si estos no son creyentes. Por lo tanto, en el caso de un familiar cristiano que vive en pecado, es aconsejable priorizar las relaciones familiares sobre la disciplina eclesiástica.

Distanciamiento respetuoso para los adultos

Sin embargo, para familiares adultos que viven independientemente, puede ser apropiado unirse a la disciplina eclesiástica. El distanciamiento puede transmitir el amor y la preocupación por la redención del familiar, sin dejar de mantener los límites bíblicos.

Amoroso distanciamiento

Un ejemplo de distanciamiento amoroso es el relato de una pareja que se enfrentó a la situación de su hermana que vivía con un hombre sin estar casada. Le expresaron su preocupación, afirmando que su comportamiento deshonraba a Cristo. Aunque inicialmente ofendida, su hermana finalmente se dio cuenta de la seriedad de sus acciones y terminó su relación.

Oración y obediencia

Si un familiar aún vive en casa, es crucial continuar orando por ellos y obedeciéndolos, pero nunca aprobando ni participando en su pecado. La única excepción es si el pecado involucra abuso o daño a otros. En tales casos, la protección y la seguridad deben ser priorizadas.

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