¿Debemos reprochar las palabras nacidas del dolor?
Las palabras del viento y del alma
En medio del sufrimiento y la desesperación, las personas suelen expresar palabras que no dirían en otras circunstancias. Pintan la realidad con tonos sombríos que difieren de los que utilizarían cuando el sol brille de nuevo. Entonan melodías tristes, como si esas fueran las únicas notas musicales. Solo ven nubes y hablan como si no existiera el cielo.
Exclaman: "¿Dónde está Dios?", "No tiene sentido seguir adelante", "No hay esperanza para mí" o "Si Dios fuera bueno, esto no habría sucedido".
La sabiduría frente a las palabras superfluas
¿Qué debemos hacer ante estas palabras?
Job afirma que no debemos reprenderlas. Son como el viento, o literalmente "para el viento". Se disiparán rápidamente. Las circunstancias cambiarán, y la persona desesperada despertará de su noche oscura, lamentando sus palabras precipitadas.
Por lo tanto, es inútil dedicar tiempo y energía a reprobar tales expresiones. El viento se las llevará por sí solo. No es necesario podar las hojas en otoño; es un esfuerzo en vano. Pronto se caerán por sí mismas.
Distinguiendo entre el mal y el dolor
Con cuánta rapidez salimos en defensa de Dios o de la verdad frente a palabras que son mera efusión de dolor. Si tuviéramos discernimiento, podríamos distinguir entre las palabras arraigadas y las que son llevadas por el viento.
Hay palabras arraigadas en el error y el mal profundo. Pero no todas las palabras sombrías provienen de un corazón malvado. Algunas están coloreadas principalmente por el dolor y la desesperación. Lo que escuchas no es la esencia de la persona. Hay algo real y oscuro en su interior de donde proceden. Pero es temporal, como una infección pasajera: real, dolorosa, pero no la verdadera identidad del individuo.
La compasión como respuesta
Aprendamos a discernir si las palabras pronunciadas contra nosotros, contra Dios o contra la verdad son simplemente "para el viento", expresadas no desde el alma, sino desde la herida. Si son efímeras, esperemos en silencio y evitemos reprender. Nuestro amor debe centrarse en sanar el alma, no en reprender la herida.
Preguntas frecuentes
¿Qué quiere decir Job con "reprobar palabras"?
- Reprender o criticar las palabras expresadas por alguien en un momento de desesperación.
¿Por qué Job dice que no debemos reprobar las palabras de un desesperado?
- Porque esas palabras son como el viento, que pronto se disipará cuando las circunstancias mejoren y la persona recupere la esperanza.
¿Cómo podemos distinguir entre las palabras que vienen del alma y las que vienen del dolor?
- Debemos discernir si las palabras expresan un error o maldad profundos o si son simplemente el resultado del dolor y la desesperación temporales.
¿Cuál es el objetivo de nuestro amor en respuesta a las palabras de un desesperado?
- Restaurar el alma, no reprender el dolor, reconociendo que las palabras pueden ser un reflejo de un estado temporal de sufrimiento, no de la verdadera naturaleza de la persona.