¿Debemos darle la otra mejilla a nuestros agresores?
Un malentendido común
Al leer Mateo 5:39, podemos pensar que Jesús nos enseña a ignorar cualquier daño que nos hagan, sin tomar medidas contra nuestros agresores. ¡Nada más lejos de la realidad!
La respuesta de Jesús
Un examen más detenido de las Escrituras revela lo que los cristianos deben hacer cuando alguien les hace mal. En Juan 18, Jesús es golpeado por un oficial del sumo sacerdote. Su respuesta fue preguntar por qué lo golpearon y pedirle al oficial que le dijera lo que había dicho mal. En Juan 19:3, Jesús es golpeado de nuevo al ser sentenciado a la crucifixión.
Ejemplos del Antiguo Testamento
En el Antiguo Testamento, vemos a David perdonando la vida de Saúl una y otra vez. 1 Samuel 26:9-11 nos dice que David dejó el castigo de Saúl en manos de Dios.
Nuestra responsabilidad
Como cristianos, enfrentaremos persecución. Incluso podemos recibir una bofetada. Este versículo nos dice que no debemos vengarnos ni castigar a quienes nos hacen mal. Debemos amarlos y dejar que Dios se encargue de ellos. Dios tiene el poder exclusivo de castigar a los pecadores, no nosotros.
Contexto del Sermón del Monte
Jesús pronunció estas palabras en el famoso Sermón del Monte, un llamado a la vida moral. Personas de toda Siria, Judea, Galilea y más allá acudieron a escucharlo.
Preguntas Frecuentes sobre el Significado de Mateo 5:39
¿Significa Mateo 5:39 que nunca debemos defenderse?
No. Este versículo nos enseña que no debemos tomar venganza ni castigar a nuestros agresores nosotros mismos. Debemos dejar que Dios se encargue de la justicia.
¿Qué ejemplos bíblicos muestran cómo los cristianos deben responder a las injusticias?
- Jesús cuestionó al oficial que lo abofeteó (Juan 18).
- David perdonó a Saúl repetidamente y confió en el Señor para el castigo (1 Samuel 26:9-11).
¿Quién dijo estas palabras?
Jesús las dijo durante el Sermón del Monte, también conocido como las Bienaventuranzas (Mateo 5).
¿A quién estaban dirigidas estas palabras?
A todos los que escuchaban a Jesús, incluyendo a sus discípulos y a la multitud que había venido de lejos.