Cuidado con la obediencia murmuradora
¿Qué es la obediencia murmuradora?
La obediencia murmuradora es cuando obedecemos a regañadientes, quejándonos o quejándonos mientras lo hacemos. Puede ser sutil, como un suspiro de frustración o un comentario sarcástico. También puede ser más evidente, como una discusión abierta o un acto de desobediencia.
¿Por qué es dañina la obediencia murmuradora?
La obediencia murmuradora es dañina porque socava el espíritu de obediencia. Cuando murmuramos, demostramos que no estamos realmente dispuestos a obedecer. También puede ser una señal de que estamos amargados o resentidos, lo que puede dañar nuestras relaciones con los demás.
¿Cómo podemos evitar la obediencia murmuradora?
Hay varias cosas que podemos hacer para evitar la obediencia murmuradora:
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Recuerda por qué obedecemos. Obedecemos a Dios porque lo amamos y queremos hacer su voluntad. Cuando recordemos esto, será más fácil obedecer con un corazón alegre.
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Confía en Dios. Cuando confiamos en Dios, sabemos que él sabe lo que es mejor para nosotros. Esto nos ayuda a obedecer incluso cuando no entendemos por qué debemos hacerlo.
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Busca ayuda. Si tienes problemas para obedecer, busca ayuda de un amigo, familiar o pastor. Pueden ofrecer apoyo y ánimo.
La obediencia murmuradora es un problema grave que puede dañar nuestra relación con Dios y con los demás. Sin embargo, podemos evitar la obediencia murmuradora recordando por qué obedecemos, confiando en Dios y buscando ayuda cuando la necesitamos.
Preguntas Frecuentes
¿Cuáles son las tentaciones comunes para las personas obedientes?
Según el texto, una tentación común es murmurar y quejarse en nuestra obediencia, ofreciendo una obediencia frustrada y gruñona.
¿Cómo debe ser la obediencia a Dios?
La obediencia a Dios debe ser completa, inmediata y alegre, ofreciendo un corazón feliz. La obediencia parcial, retrasada o gruñona es desobediencia.
¿Cómo podemos distinguir entre los lamentos piadosos y las quejas impías?
Los lamentos piadosos se dirigen directamente a Dios, ofreciéndole nuestro dolor, mientras que las quejas impías murmuran o se centran en los demás como chivos expiatorios, evitando la honestidad sobre nuestra propia lucha.
¿Cómo afecta la obediencia gruñona al matrimonio?
La obediencia gruñona puede ser perjudicial para el matrimonio, revelando trampas de comparación y resentimiento bajo el disfraz de la autocompasión, que puede manipular a los demás y erosionar la gratitud y la alegría.
¿Cómo podemos abordar la obediencia gruñona en la crianza de los hijos y en nuestras propias relaciones con los padres?
Los padres deben corregir y disciplinar con alegría y gozo, mientras que los niños deben obedecer con un corazón alegre, evitando el retroceso y la demora, reconociendo la responsabilidad de Dios sobre su comportamiento.