¿Cuánto tiempo más, Señor?
Aprendiendo a besar las olas
En medio del sufrimiento y la desesperación, el clamor "¿Hasta cuándo, Señor?" resuena entre quienes padecen. Esta pregunta puede surgir tanto desde la esperanza firme como desde la incredulidad sin fe.
Las pruebas imparten lecciones duras. Como dijo Charles Spurgeon: "He aprendido a besar la ola que me arroja contra la Roca de los Siglos".
¿Qué significa besar las olas?
Besar las olas no implica calificar el mal como bueno. La Palabra de Dios prohíbe tal tergiversación: "Ay de los que llaman al mal bien y al bien mal" (Isaías 5:20). José, tras revelar su identidad a sus hermanos, que lo vendieron como esclavo, declaró: "Vosotros pensasteis hacerme mal, pero Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy: para preservar la vida de mucha gente" (Génesis 50:20).
Aprendiendo de la historia de José
Un hilo conductor recorre los relatos de las pruebas de José: desde su venta como esclavo a Egipto hasta su injusto encarcelamiento.
"Mas los patriarcas, movidos por envidia, vendieron a José para Egipto; pero Dios estaba con él" (Hechos 7:9).
"Y Jehová estaba con José, y fue varón próspero; y estaba en la casa de su señor egipcio" (Génesis 39:2).
"Y vio su señor que Jehová estaba con él, y que todo lo que él hacía, Jehová lo hacía prosperar en su mano" (Génesis 39:3).
"Mas Jehová estaba con José y le extendió misericordia, y le dio gracia en los ojos del jefe de la cárcel" (Génesis 39:21).
"Y el jefe de la cárcel no veía nada de todo lo que estaba bajo su cargo, porque Jehová estaba con José, y lo que él hacía, Jehová lo prosperaba" (Génesis 39:23).
No hay duda: el Señor estaba con José. En el pozo, en la esclavitud, en la cárcel, en la corte del faraón, en la confrontación más dramática de su vida, las olas lo arrojaban una y otra vez contra la Roca de los Siglos.
La cercanía de Dios
El comentario de Spurgeon no nace del sarcasmo, sino de una fe humilde e infantil en Dios, quien obra para nuestro bien. Cuando nos animamos mutuamente a "besar las olas", las palabras a menudo se pronuncian entre lágrimas, con un nudo en la garganta y un corazón oprimido.
La cercanía de Dios es nuestro bien. Las pruebas que soportamos en este mundo caído, quizás más que cualquier otra cosa, tienden a despertar esta verdad. Recordamos a Jesús, llamado Emanuel ("Dios con nosotros"), y la cruz que cargó por amor a nosotros. Entonces, ¿pueden ahogarnos las olas de las pruebas si tenemos un sustituto que soportó la prueba más grande en nuestro lugar?
Podemos "aprender a besar las olas" porque Cristo está cerca de nosotros y es supremo sobre todas las cosas. Murió y resucitó para vencer el mal para siempre. Cristo es para nosotros sabiduría de Dios, justicia, santificación y redención (1 Corintios 1:30). No puede estar más cerca.
Cuando nada en el cielo, en la tierra o debajo de la tierra puede separarnos del amor de Cristo, las olas de las pruebas solo pueden arrojarnos sobre la Roca de los Siglos. Descansar sobre esa Roca es donde me gustaría estar y quedarme para siempre, y que el Señor bendiga los medios que usa para recordarme eso.
Preguntas frecuentes
¿Qué significa "besar la ola"?
Respuesta: Aprender a aceptar las pruebas y tribulaciones como oportunidades para acercarse a Dios, reconociendo su soberanía y su propósito de usarnos para bien.
¿Cómo podemos encontrar consuelo en medio de las pruebas?
Respuesta: Recordando la presencia de Dios, su amor inquebrantable y su control sobre todas las cosas.
¿Cómo nos ayuda Cristo a "besar la ola"?
Respuesta: Al ser nuestro Salvador, quien venció el mal y nos ofrece sabiduría, justicia, santidad y redención. Su cercanía nos asegura que las pruebas solo pueden acercanos a Él.
¿Cuál es el objetivo final de aprender a "besar la ola"?
Respuesta: Descansar en Cristo como nuestra Roca eterna, confiando en su amor y soberanía, incluso en medio de las dificultades.