El Bautismo: Institución Divina por Jesucristo
El Origen del Bautismo
El Bautismo, un sacramento fundamental en el Cristianismo, encuentra su origen en la voluntad divina de Jesucristo. Como Salvador de la humanidad, Jesús instituyó este rito de purificación y renovación espiritual como medio esencial para la salvación.
Naturaleza del Bautismo
Símbolo y Sustancia: El Bautismo es un signo visible y tangible que expresa la gracia espiritual otorgada a través del agua y las palabras sagradas: "Yo te bautizo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo".
Efectos Transcendentales: Este sacramento produce efectos transformadores en el bautizado:
- Regeneración: Concede una nueva vida espiritual, convirtiéndolo en hijo adoptivo de Dios.
- Purificación: Absuelve de todos los pecados, tanto originales como personales.
- Infusión de Virtudes: El Espíritu Santo infunde las virtudes teologales de fe, esperanza y caridad.
- Incorporación a la Iglesia: El Bautismo es la puerta de entrada a la comunidad de los bautizados, el Cuerpo Místico de Cristo.
- Carácter Indeleble: Imprime un sello distintivo que marca al bautizado para siempre como miembro del pueblo de Dios.
Necesidad del Bautismo
Medio de Salvación: El Bautismo es un medio necesario para alcanzar la salvación eterna. Dios ha establecido un vínculo intrínseco entre este sacramento y la redención.
Caminos Alternativos: Quienes desconocen el Evangelio o no pueden recibir el Bautismo físicamente, pueden salvarse a través del deseo implícito de ser bautizados o del amor perfecto hacia Dios.
Jesucristo, Autor del Bautismo
Institución Divina: Jesucristo, en su plenitud divina y humana, estableció el Bautismo como un sacramento de salvación.
Delegación de Autoridad: Aunque Jesús instauró el Bautismo, delegó a sus discípulos y sucesores la potestad de administrar este rito, preservando sus elementos esenciales.
El Bautismo, un sacramento instituido por Jesucristo, es un acto de purificación y renovación espiritual que trae salvación eterna. Sus efectos transformadores incluyen la regeneración, el perdón de los pecados, la infusión de virtudes y la incorporación a la Iglesia. Como medio necesario para la redención, el Bautismo es un testimonio de la gracia salvadora de Dios.
Preguntas frecuentes sobre el Bautismo
¿Cuándo instituyó Cristo el bautismo?
El Bautismo fue instituido por Cristo en el momento en que él mismo fue bautizado por Juan el Bautista en el río Jordán.