¿Cuál era la espina en la carne de Pablo?

La revelación y la debilidad

En 2 Corintios 12, Pablo comparte una experiencia extraordinaria: fue llevado al tercer cielo y presenció cosas inexpresables. Sin embargo, Dios le dio una "espina en la carne" para evitar que se volviera orgulloso por estas revelaciones. La espina era un mensajero de Satanás que lo atormentaba.

La oración de Pablo

Pablo suplicó tres veces que se le quitara la espina, pero Dios respondió: "Mi gracia te basta; porque mi poder se perfecciona en debilidad". Esto enseñó a Pablo una importante lección: que el poder de Dios se manifiesta en nuestras debilidades.

La gloria en la debilidad

En lugar de avergonzarse, Pablo se gloría en sus debilidades porque permiten que el poder de Cristo fluya a través de él. Reconoce que sus insultos, dificultades y persecuciones son oportunidades para mostrar la fortaleza de Dios en medio de su debilidad.

Preguntas Frecuentes

¿Qué fue el "aguijón en la carne" que Pablo recibió?

Según 2 Corintios 12:7, Pablo recibió un "aguijón en la carne", un "mensajero de Satanás" para atormentarlo y evitar que se volviera orgulloso.

¿Cuál era el propósito del "aguijón en la carne" de Pablo?

Dios le dio a Pablo el "aguijón en la carne" para mantenerlo humilde y evitar que se volviera orgulloso por las revelaciones que había recibido (2 Corintios 12:7).

¿Por qué Pablo no reveló la naturaleza específica del "aguijón en la carne"?

Pablo no reveló la naturaleza específica del "aguijón en la carne" porque Dios no se lo dijo (2 Corintios 12:2-3).

¿Cómo se sintió Pablo acerca del "aguijón en la carne"?

Pablo inicialmente le rogó a Dios que le quitara el "aguijón en la carne", pero Dios se negó, diciéndole a Pablo que su gracia era suficiente y que su poder se perfeccionaba en la debilidad (2 Corintios 12:8-9).

¿Cómo cambió la perspectiva de Pablo sobre el "aguijón en la carne"?

Pablo finalmente llegó a aceptar el "aguijón en la carne" como una bendición, porque le permitió experimentar la gracia y el poder de Dios de una manera profunda (2 Corintios 12:9-10).

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