Construye tu vida sobre la misericordia de Dios
Fundamenta tu vida sobre un fundamento
La vida cristiana debe estar edificada sobre un fundamento sólido, arraigado en la verdad revelada por Dios en la Biblia. La expresión "por consiguiente" en Romanos 12:1 indica que nuestras acciones, emociones y pensamientos deben basarse en esta verdad.
El cristianismo no es un conjunto de reglas arbitrarias, sino un camino que refleja la misericordia de Dios en Jesucristo. Esta verdad fundamental nos guía en la forma en que vivimos.
Edifica tu vida sobre las misericordias de Dios
La misericordia de Dios es la raíz y el fundamento de nuestra nueva vida en Cristo. El propósito del cristianismo es glorificar las misericordias de Dios, y nuestras vidas deben mostrar esta compasión y perdón.
Cuando edificamos nuestras vidas sobre las misericordias de Dios, nos convertimos en instrumentos de misericordia, mostrando compasión por los indefensos y gracia a los pecadores. La misericordia no es debilidad, sino una fuerza que nos permite amar a pesar de las dificultades y devolver bien por mal.
Edificar nuestras vidas sobre las misericordias de Dios nos capacita para vivir una vida de misericordia y gracia. Al abrazar la misericordia de Dios para el perdón de nuestros pecados y como ayuda para vivir una vida piadosa, podemos demostrar su gloria a quienes nos rodean.
Preguntas Frecuentes
¿Qué significa "por consiguiente" en el versículo 1 de Romanos 12?
"Por consiguiente" establece una conexión entre la verdad revelada en Romanos 1-11 y la vida práctica descrita en Romanos 12-16, indicando que nuestras acciones, emociones y pensamientos deben tener un fundamento en la Palabra de Dios.
¿Por qué es importante edificar nuestra vida sobre las misericordias de Dios?
Porque el propósito del cristianismo es glorificar las misericordias de Dios manifiestas en Jesucristo. Al edificar nuestra vida sobre esta base, vivimos para reflejar la gloria de Dios y mostrar la belleza de su amor y compasión.
¿Cuáles son algunas de las misericordias que mostraremos si edificamos nuestras vidas sobre las misericordias de Dios?
Actuar con alegría en la misericordia, amar sin hipocresía, contribuir a las necesidades de los demás, bendecir a quienes nos persiguen, llorar con los afligidos, condescender con los humildes, evitar la venganza y alimentar y brindar agua a nuestros enemigos cuando lo necesiten.
¿Cómo puede la misericordia ser fuerte y suave al mismo tiempo?
La misericordia detesta el mal pero se conduele, conoce la ofensa pero no busca venganza, y entiende la existencia de enemigos pero responde con bondad y provisión. Tiene una columna vertebral irrompible pero es muy suave cuando se la toca.