El consejo en las Escrituras: Una guía para la sabiduría
En el vasto tapiz de las Escrituras, la palabra "consejo" se entreteje como un hilo dorado, guiando a los creyentes hacia la sabiduría, la rectitud y la salvación. El consejo, en su sentido bíblico, se manifiesta a través de palabras hebreas como "ʽe·tsáh" y griegas como "bou·lḗ", términos que también abarcan "voluntad" o "propósito".
Fuente de sabiduría: Jehová y Jesucristo
Jehová, el Dios todopoderoso, es la fuente suprema de sabiduría y el único ser que no necesita consejo (Proverbios 12:15). Su sabiduría es perfecta, inmutable y eterna. Jesucristo, el Hijo de Dios, encarna la sabiduría divina como "Maravilloso Consejero" (Isaías 9:6). Al seguir fielmente el consejo de su Padre y estar ungido con su Espíritu Santo, Jesús posee una comprensión incomparable de la voluntad de Dios.
El valor del consejo sabio
Las Escrituras exhorta repetidamente a los creyentes a buscar y escuchar buenos consejos (Proverbios 12:15). El consejo de personas experimentadas y piadosas puede iluminar nuestro camino, evitar errores y promover nuestro crecimiento espiritual. Los consejeros reales eran a menudo valorados por su sabiduría y perspicacia política (1 Reyes 12:6-8). Sin embargo, es esencial recordar que incluso los consejeros más sabios pueden ser falibles y susceptibles a la corrupción.
Consejo centrado en Jehová
Para ser verdaderamente beneficioso, el consejo debe estar arraigado en la voluntad de Jehová. Cualquier consejo que contradiga sus mandamientos, principios o propósito es inútil y no puede considerarse verdadero consejo (Salmo 1:1-2). El "consejo de Dios" es la clave para la salvación (Lucas 7:30). Este consejo incluye todo lo que es esencial para la fe cristiana, desde la comprensión del evangelio hasta la obediencia práctica de sus enseñanzas.
Ejemplos bíblicos de consejo
- La sabiduría de José: José fue un ejemplo excepcional de alguien que buscó y siguió el consejo de Dios. A pesar de las adversidades y las tentaciones, permaneció fiel a la voluntad de Dios, lo que dio como resultado su ascenso a una posición de gran autoridad (Génesis 41:38-44).
- La insensatez de Rehoboam: Por el contrario, el rey Rehoboam desestimó el sabio consejo de sus consejeros experimentados y siguió el consejo de sus jóvenes e inexpertos compañeros. Esta decisión precipitada condujo a la división de su reino y a un conflicto prolongado (1 Reyes 12:1-15).
- El consejo del Espíritu Santo: Los creyentes tienen el privilegio de contar con el Espíritu Santo como consejero guía (Juan 16:13). El Espíritu nos revela la verdad, nos recuerda las enseñanzas de Jesús y nos revela la voluntad de Dios para nuestras vidas.
El consejo es un regalo precioso que puede iluminar nuestro camino y guiarnos hacia la vida eterna. Al buscar consejo sabio, arraigado en la Palabra de Dios y guiado por el Espíritu Santo, podemos navegar por los desafíos de la vida con confianza y tomar decisiones que honren a Dios y nos acerquen a él. Siguiendo el "consejo de Dios", encontramos no solo sabiduría, sino también salvación y un futuro lleno de esperanza.