¿Conoce Dios nuestros pensamientos?
Nuestros pensamientos son privados, y nadie más puede leerlos a menos que los expresamos. Están compuestos por ideas buenas, malas, feas, extrañas e incluso pecaminosas, por lo que los filtramos para que el mundo físico los vea o no.
Sin embargo, a pesar de cómo ocultamos nuestros pensamientos al mundo, solo hay uno que los conoce todos: nuestro Señor.
Dios conoce nuestros pensamientos
Dios conoce nuestros pensamientos, los buenos, los malos, los positivos, los negativos, los feos e incluso los pecaminosos porque no hay nada que Dios no sepa.
Es omnisciente y consciente de cada pequeño detalle, incluidos nuestros pensamientos. Analicemos esto en detalle. En el Salmo 139:1-2, David nos dice: "Oh SEÑOR, tú me has escudriñado y conocido. Sabes cuándo me siento y cuándo me levanto; desde lejos disciernes mis pensamientos".
El mensaje de David nos dice que nuestros pensamientos, cualquiera que sea su dinámica, son importantes para Dios, y porque son tan importantes para Él, los discierne completamente, y nos recuerda continuamente que estos pensamientos importan.
Nuestros pensamientos le importan a Dios
Dios es un Dios perfecto, como está escrito en el Salmo 18:30: "En cuanto a Dios, su camino es perfecto; la palabra del Señor es intachable; él es escudo para todos los que en él se refugian".
Y debido a que Él es perfecto e intachable, nosotros, como seres imperfectos y llenos de defectos, podemos refugiarnos en Él especialmente en pensamientos, es decir, a través de la oración. Él sabe todo y cada detalle de nuestros pensamientos y los escucha.
Nuestros pensamientos son importantes y es fundamental que comuniquemos nuestro anhelo por Él y su iluminación, especialmente durante tiempos difíciles porque le importa a Dios.
Dios nos ayuda a transformar nuestros pensamientos
Porque somos humanos que tenemos defectos y somos imperfectos, también lo son nuestros pensamientos. Es por eso que Dios está con nosotros para transformar nuestros pensamientos en algo bueno.
La mayoría de nosotros puede que nos asuste el hecho de que Dios lo sabe todo, incluidos nuestros pensamientos, pero este no debería ser el caso.
Debemos, más bien, estar agradecidos de que Dios pueda conocer nuestros pensamientos porque a través de esto, Él puede guiarnos por el camino correcto porque es un Dios misericordioso. Su gracia no tiene límites. En Romanos 12:2 se nos recuerda esto:
"No os conforméis a este mundo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta".
Y también, en Efesios 2:8-9:
"Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe".
Dios nos perdona cuando tenemos pensamientos pecaminosos si pedimos su perdón. Él es siempre misericordioso y compasivo con nosotros, y nos ama tanto que incluso llegó a dar a su Hijo unigénito para salvarnos de los pecados de este mundo.
Por esta razón, no debemos acercarnos a Dios con plena confianza, sino con humildad porque no somos dignos de toda su gracia, como está escrito en Hebreos 4:16:
"Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro".
Debemos confesarle nuestros pecados, tanto los físicos como los que cometemos en nuestros pensamientos: "Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad" (1 Juan 1:9).
Preguntas Frecuentes
¿Cómo sabe Dios nuestros pensamientos?
Dios es omnisciente, lo que significa que conoce todo, incluidos nuestros pensamientos. Nada puede ocultarse a su conocimiento. (Salmo 139:1-2)
¿Por qué son nuestros pensamientos importantes para Dios?
Nuestros pensamientos revelan lo que realmente somos y lo que valoramos. Dios desea que nos transformemos y pensemos de acuerdo con su voluntad perfecta. (Isaías 55:8, Romanos 12:2)
¿Cómo nos ayuda Dios a transformar nuestros pensamientos?
Dios nos guía a través de su Espíritu Santo, renovando nuestras mentes y transformando nuestros pensamientos en algo bueno y agradable a él. (Efesios 2:8-9, Romanos 12:2)
¿Qué piensa Dios de los pensamientos pecaminosos?
Dios no desea que tengamos pensamientos pecaminosos y nos advierte contra ellos. Los pensamientos pecaminosos nos alejan de Dios. (Éxodo 20:3, 17; Mateo 5:27-28)
¿Cómo podemos evitar los pensamientos pecaminosos?
Debemos confesar nuestros pecados a Dios, pedir su perdón y su ayuda para resistir la tentación. También debemos centrar nuestros pensamientos en cosas puras y agradables a él. (1 Juan 1:9, Filipenses 4:8)
¿Cómo debemos acercarnos a Dios con respecto a nuestros pensamientos?
Debemos acercarnos a Dios con humildad y confianza, sabiendo que nos ama a pesar de nuestras debilidades. Debemos confiar en su misericordia y gracia para perdonar nuestros pecados y fortalecernos. (Hebreos 4:16)