Comunidad Cristiana: Cuando Cristo lo es Todo
Vivir Juntos cuando Cristo lo es Todo
Como elegidos por Dios, santos y amados, debemos revestirnos de compasión, bondad, humildad, mansedumbre y paciencia. Soportándonos unos a otros y perdonándonos mutuamente, tal como el Señor nos perdonó. Y sobre todo, debemos revestirnos de amor, que es el vínculo perfecto de unidad.
El Impacto de Cristo en la Comunidad
Cuando Cristo es lo esencial, dejamos de jactarnos de nuestras diferencias y reconocemos que él lo es todo en todo. Él es nuestra fuente de significado, importancia, satisfacción, seguridad y paz. En lugar de compararnos con los demás, nos enfocamos en él, quien nos llena por completo.
Características de una Comunidad Centrada en Cristo
En una comunidad donde Cristo lo es todo, nos relacionamos unos con otros de manera transformadora:
- Compasión y Bondad: Nos preocupamos por el bienestar de los demás y les ofrecemos amabilidad.
- Humildad y Mansedumbre: Reconocemos nuestras debilidades y tratamos a los demás con respeto.
- Paciencia y Perdón: Toleramos las faltas de los demás y los perdonamos como Dios nos perdona.
- Unidad en el Amor: El amor une a la comunidad y crea un vínculo inquebrantable.
El Papel de los Grupos Pequeños en el Fomento de la Comunidad
Los grupos pequeños son esenciales para construir una comunidad centrada en Cristo. Proporcionan un espacio para el compañerismo, el apoyo y el crecimiento espiritual. Al conectarnos con otros en un entorno más íntimo, podemos experimentar profundamente el amor y la unidad que Cristo trae.
Vivir juntos como iglesia cuando Cristo lo es todo no es fácil, pero es esencial para el propósito de Dios para su pueblo. Al revestirnos de las virtudes de Cristo y participar activamente en grupos pequeños, podemos reflejar su amor y crear una comunidad donde él verdaderamente lo es todo.