¿Cómo termina la historia de tu vida?

La curiosidad y el deseo de conocer el final

Cuando era niña, me fascinaba tanto un libro que, a mitad de la lectura, no podía resistirme a saltar al final para descubrir cómo terminaba. Mi impaciencia por saber el destino de los personajes me llevaba a desentrañar el misterio antes de tiempo, robándome la emoción y anticipación del viaje.

El anhelo de saber el desenlace

Todavía hoy, aunque con menos frecuencia, intento aplicar esta misma estrategia a mi vida. Como soltera de treinta años, me pregunto si me casaré o si Dios tiene otros planes para mí. Ante la incertidumbre, mi deseo es pasar las páginas de mi historia y descubrir el desenlace. Lo mismo ocurre con mis padres: me pregunto cuánto tiempo me queda con ellos. Y anhelo saber si aquellos a quienes amo y por quienes he orado llegarán a creer.

El detective buscando pistas

Como un detective, busco signos y pistas que me indiquen lo que sucederá. ¿Cómo terminará esta historia? Prefiero leer el final y evitar los capítulos intermedios que parecen interminables. Es como si, imitando a Eva, creyera en la mentira del enemigo de que Dios me oculta algo que "necesito". Quiero saber, necesito un bocado, un vistazo a las últimas páginas de la historia.

El sentido de cada capítulo

Pero, como escribe Paul Tripp, no es así como funciona. No necesitamos saber todo lo que creemos que necesitamos saber. Afortunadamente, no soy la autora de mi propia historia. Tu historia tampoco es una autobiografía. Es una biografía de sabiduría y gracia escrita por otro. Cada giro que introduce en tu historia es correcto. Cada giro de la trama es para bien. Cada nuevo personaje o evento inesperado es una herramienta de su gracia. Cada nuevo capítulo avanza su propósito.

El desarrollo del carácter en los capítulos intermedios

Por la gracia de Dios, estoy aprendiendo que en estos capítulos intermedios se desarrolla el carácter. Él me está enseñando confianza, paciencia y cómo esperar en él a través de lo desconocido. Al igual que con los personajes de ficción, los giros, vueltas y pruebas inesperadas llegan a nuestras vidas, muchos de ellos completamente fuera de nuestro control. Pero el autor siempre sabe cómo terminará la historia antes que los personajes.

El autor de tu fe

Cuando fijo mis ojos en Jesús, recuerdo que él es el autor y consumador de mi fe (Hebreos 12:2), y me guiará a un hermoso destino, un destino que le traerá gloria. No tengo por qué desconfiar ansiosamente de él ni temer lo que está escrito en mis capítulos futuros. Puedo confiar en su fidelidad como Pastor para guiarme hasta el final. Puedo depender de él, porque sé que "para los que aman a Dios, todas las cosas cooperan para bien, para los que son llamados según su propósito" (Romanos 8:28).

El testimonio del corazón agradecido

Anhelo poder decir un día con un corazón agradecido lo que John Piper escribió: "En todos estos años, la gracia de Dios me había llevado más profundamente a Dios en la desesperación, en lugar de alejarme de Dios con ira" (Gracia futura). A medida que mi historia continúa, quiero testificar hasta el último capítulo que, aunque la impaciencia hizo todo lo posible por escribir mi historia, todos los capítulos intermedios de espera me desarrollaron y profundizaron mi amor y dependencia de Dios, mi Autor.

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Preguntas Frecuentes

¿Por qué es perjudicial saltar al final de los libros?

Porque priva al lector de la anticipación, la construcción de personajes y el crecimiento que se desarrolla a lo largo de la historia.

¿Cómo se relaciona esta tendencia con la vida?

Similarmente, tratar de anticipar el final de nuestra propia historia nos impide experimentar plenamente los momentos presentes y aprender las lecciones valiosas que se nos presentan en el camino.

¿Cuál es el propósito de los "capítulos intermedios" en nuestra vida?

Son esenciales para el desarrollo del carácter, enseñándonos paciencia, confianza y dependencia de Dios.

¿Cómo podemos confiar en Dios como el autor de nuestra historia?

Recordando que Él es el autor y consumador de nuestra fe, guiándonos a un destino que glorificará Su nombre.

¿Qué versículos de la Biblia nos aseguran que Dios es fiel?

  • Hebreos 12:2: "Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de nuestra fe..."
  • Romanos 8:28: "Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados."

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