La Biblia revela que Dios ama a Israel de una manera única e incondicional. Desde la eternidad, ha elegido a esta nación, independientemente de su número o mérito. Su amor no es una respuesta a sus acciones, sino una gracia inmerecida que ha durado siglos.
El amor eterno por los seguidores del Mesías
En el Nuevo Testamento, se aclara que existe un verdadero Israel, un remanente de creyentes dentro de la nación de Israel. Estos creyentes, tanto judíos como gentiles, son los verdaderos hijos de Dios, amados por Él desde antes de la creación.
Un amor que te transforma
El amor de Dios hacia los creyentes es grande e inconmensurable. Es un amor que nos encontró muertos en pecado y nos dio vida. Nos hizo renacer en Cristo, nos adoptó como sus hijos y nos incluyó en su pueblo, su amada esposa.
Abraza este amor único
Este amor es diferente a cualquier cosa que hayamos experimentado. Es un amor que te dejará atónito. Si anhelas ser amado de esta manera, rindete a este amor que ya está obrando en ti. Acepta a Jesús, el Hijo de Dios y el Mesías, como la encarnación más plena de este amor.
¿Cómo ama Dios a su pueblo?
Dios ama a su pueblo eternamente, de una manera única y diferente a como ama a otros. Este amor es incondicional, sin importar su comportamiento o méritos.
¿Quién es el verdadero Israel?
El verdadero Israel no se define por el origen étnico, sino por la fe en Jesucristo. Todos los creyentes en Jesús, tanto judíos como gentiles, forman parte de este verdadero Israel.
Dios eligió a Israel no por su superioridad, sino porque los amó. Su amor por Israel no fue una respuesta a sus acciones, sino que fue previo a su existencia.
¿Cómo podemos experimentar el amor de Dios?
Para experimentar el amor de Dios, debemos creer en lo que él dice en la Biblia y ceder a su amor que ya está obrando en nosotros. Al abrazar a Jesucristo, el Hijo de Dios, encontramos el pleno cumplimiento del amor de Dios.
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