¿Cómo superar el peso de la autocompasión?
La autocompasión, un lastre que nos hunde
La autocompasión es una respuesta pecaminosa y egoísta que surge cuando las cosas no salen como queremos. Es una trampa sutil que nos hace sentir justificados al entregarnos a ella tras sufrir una supuesta injusticia, incluso si lo único que ocurre es que no conseguimos lo que deseamos.
Esta actitud es peligrosa y engañosa, pues endurece nuestro corazón (Hebreos 3:13). Es como un veneno que asfixia nuestra fe, drena nuestra esperanza, mata nuestra alegría, sofoca nuestro amor, alimenta nuestra ira y nos roba el deseo de servir a los demás. Además, la autocompasión es un pecado que nos lleva a buscar consuelo en otras conductas pecaminosas como los chismes, las calumnias, la gula, el abuso de sustancias, la pornografía y el entretenimiento excesivo.
Cómo deshacernos del peso de la autocompasión
Desprenderse de la autocompasión no es tarea fácil, pero es esencial para nuestra salud espiritual y nuestras relaciones. Aquí tienes algunos pasos que pueden ayudarte:
Busca ayuda en Dios
La autocompasión, como la mayoría de los pecados, es una manifestación de orgullo. Suele ser difícil deshacernos de ella porque implica admitir que nos equivocamos cuando creíamos tener razón. Nuestra autocompasión casi siempre afecta a alguien más, y resulta sorprendentemente complicado reconocer nuestro error ante esa persona. Necesitamos la ayuda de Dios.
Háblate a ti mismo con verdad
Cuando nos invade la autocompasión, debemos recordar lo que realmente merecemos y lo que Cristo ha hecho por nosotros (Mateo 18:21-35). Debemos aprender a estar satisfechos con lo que recibimos del Señor (Filipenses 4:12-19). En esencia, debemos decirnos amablemente a nosotros mismos que dejemos de comportarnos como niños grandes y egoístas.
Arrepiéntete del pecado de la autocompasión
Es un pecado, no simplemente una "lucha". Hay que matarlo y desecharlo (Mateo 3:2; Apocalipsis 2:5).
Arrepiéntete ante los afectados por tu autocompasión
Este paso de humillación suele ser el punto de inflexión en el que se rompe el control de la autocompasión (Santiago 5:16).
Da un paso hacia lo que temes
Con fe, da el siguiente paso que Dios te indique, aunque no quieras afrontarlo (Filipenses 4:6-7, 9, 19). Si te invade la autocompasión por tener que enfrentarte a una situación aterradora o desagradable y te sientes abrumado, haz lo siguiente: Dios te dará la gracia para ver y dar el siguiente paso.
Si la autocompasión se ha convertido en un hábito arraigado durante mucho tiempo, la libertad puede ser tuya en Cristo, pero solo a través de la práctica constante de dejar de lado este pecado (Hebreos 5:14). Dios te ayudará a desarrollar hábitos de fe para reemplazar los hábitos de pecado. Llevará tiempo, pero no te rindas. Persevera y busca el apoyo de quienes te rodean y son espiritualmente maduros. Tienen experiencia en esta lucha y sabrán cómo alentarte y exhortarte con amor.
¿Quién es Jon Bloom?
Jon Bloom es maestro y cofundador de Desiring God, autor de varios libros, esposo y padre de cinco hijos.
¿Cuál es el propósito del artículo?
El propósito del artículo es examinar el pecado de la autocompasión y proporcionar orientación sobre cómo superarlo.
¿Por qué Jonah es un ejemplo de autocompasión?
Jonah se enojó y se disgustó cuando Dios mostró misericordia a Nínive porque creía que merecían el juicio. Se centró en sus propias expectativas en lugar de en la justicia y misericordia de Dios.
¿Cuáles son las consecuencias de la autocompasión?
La autocompasión puede endurecer el corazón, sofocar la fe, agotar la esperanza, matar la alegría, asfixiar el amor, alimentar la ira y robar el deseo de servir a los demás.
¿Cómo se puede superar la autocompasión?
Para superar la autocompasión, se recomienda:
- Pedirle ayuda a Dios.
- Recordarse a sí mismo el evangelio y lo que Cristo ha hecho.
- Arrepentirse ante Dios y ante los afectados por la autocompasión.
- Dar un paso a la vez, confiando en la gracia de Dios.
- Practicar constantemente el abandono de este pecado.
- Involucrar a personas espiritualmente maduras para apoyo y aliento.