¿Cómo ser justificados por Dios?

El Sacrificio de Cristo

Cuando éramos incapaces de salvarnos, Cristo, en el momento perfecto, murió por nosotros, los impíos. Incluso para un hombre justo, es difícil encontrar a alguien dispuesto a morir, y solo por una persona excepcionalmente buena, alguien podría atreverse a morir. Sin embargo, Dios mostró su amor supremo hacia nosotros al enviar a Cristo a morir por nosotros mientras aún éramos pecadores.

Justificados por Su Sangre

Ahora, gracias a la sangre de Cristo, hemos sido justificados ante Dios. Esta justificación no solo nos reconcilia con Dios, sino que también nos salva de la ira venidera. Si fuimos reconciliados con Dios mediante la muerte de Su Hijo cuando éramos Sus enemigos, cuánto más seremos salvados por Su vida ahora que somos Sus amigos.

Paz y Esperanza

Esta reconciliación con Dios nos brinda paz a través de nuestro Señor Jesucristo, acceso a la gracia de Dios y esperanza en su gloria. No solo eso, sino que podemos regocijarnos en medio de las tribulaciones, sabiendo que producen paciencia, carácter y esperanza. Esta esperanza, infundida en nuestros corazones por el Espíritu Santo, no defrauda porque el amor de Dios se ha derramado en nosotros.

Preguntas Frecuentes

¿Qué significa ser justificado por la fe?

Ser justificado por la fe significa que Dios nos declara justos y libres de pecado debido a la fe que tenemos en Jesucristo.

¿Por qué murió Cristo por nosotros?

Cristo murió por nosotros porque éramos pecadores y estábamos separados de Dios. Su muerte en la cruz pagó el castigo por nuestros pecados y nos reconcilió con Dios.

¿Cómo recibimos la justificación?

Recibimos la justificación a través de la fe en Jesucristo. Cuando creemos en Él y aceptamos su sacrificio en nuestro favor, somos declarados justos delante de Dios.

¿Cuáles son los beneficios de la justificación?

Los beneficios de la justificación incluyen paz con Dios, acceso a Su gracia, gozo en las tribulaciones y la esperanza de la gloria de Dios.

¿Cómo podemos regocijarnos en Dios?

Podemos regocijarnos en Dios a través de nuestro Señor Jesucristo, quien nos ha reconciliado con Dios y nos ha dado una nueva relación con Él.

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