¿Cómo salva y guarda Dios a un pecador?

El plan de salvación de la Trinidad

La Biblia nos enseña que Dios es un Ser trino, compuesto por el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Estos tres son distintos unos de otros, pero trabajan juntos en armonía para lograr un único propósito: nuestra salvación.

El plan de salvación de Dios se desarrolló antes de la fundación del mundo (Efesios 1:4). El Padre eligió a quienes salvaría (Efesios 1:5) y envió a su Hijo, Jesucristo, a morir en la cruz por nuestros pecados (Efesios 1:7). Luego, el Espíritu Santo aplica la obra de Cristo a nuestras vidas, sellándonos como sus hijos (Efesios 1:13).

El papel del Padre

El Padre planifica nuestra salvación y nos predestina a ella (Efesios 1:5, 11). Él trabaja todas las cosas según el consejo de su voluntad (Efesios 1:11). Podemos estar seguros de que nuestra salvación está firmemente arraigada en la sabiduría y el plan de Dios.

El papel del Hijo

El Hijo, Jesucristo, compró nuestra salvación con su sangre (Efesios 1:7). Él nos redimió y nos bendijo con toda bendición espiritual (Efesios 1:3-4, 7). Jesucristo nos salva gloriosa, plena y gratuitamente.

El papel del Espíritu Santo

El Espíritu Santo preserva nuestra salvación (Efesios 1:13). Una vez que creemos en Jesús, somos sellados con el Espíritu Santo prometido. El Espíritu Santo es nuestra garantía de que nuestra salvación es segura (Efesios 1:14).

La confianza y la alegría en Dios

Reconocer el papel de cada persona de la Trinidad en nuestra salvación profundiza nuestra confianza y alegría en Dios. No solo podemos contar con Él, sino que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo han conspirado desde la eternidad para salvarnos de nuestros pecados y adoptarnos en su gloriosa familia. Si creemos en Jesús como nuestro Salvador, el Dios trino, que creó y sostiene todas las cosas con su poder, está completamente comprometido con nuestra salvación y nuestro bien eterno. ¿Qué otra cosa podría producir mayor confianza, esperanza y un asombroso gozo?

Preguntas frecuentes


¿Quién salva a los pecadores?

Según la declaración "Jesús salva", el Hijo de Dios es quien salva a los pecadores.

¿Por qué es importante incluir al Padre y al Espíritu Santo en el proceso de salvación?

Aunque la obra de Cristo es crucial para la salvación, también es esencial reconocer que el Padre planeó la salvación y el Espíritu Santo preserva a los creyentes.

¿Cómo contribuye el Padre a la salvación?

El Padre planeó la salvación eligiendo a los creyentes desde antes de la creación del mundo y predestinándolos para la salvación.

¿Cómo contribuyó el Hijo a la salvación?

El Hijo compró la salvación a través de su muerte y resurrección, ofreciendo redención y perdón por los pecados.

¿Cómo contribuye el Espíritu Santo a la salvación?

El Espíritu Santo sella a los creyentes como garantía de su futura salvación y los empodera para vivir vidas piadosas.

¿Qué papel juegan los creyentes en su propia salvación?

Los creyentes deben poner su fe en Jesucristo como su Salvador para recibir la salvación.

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