¿Cómo puedo saber si realmente amo a Jesús?
La verdadera medida del amor
Según las Escrituras, podemos discernir nuestro amor por Jesús a través de nuestras acciones y omisiones constantes (no perfectas). Esto se debe a que, como dijo Jesús: "Si me amáis, guardaréis mis mandamientos" (Juan 14:15). El apóstol Juan hizo eco de esto cuando escribió: "Este es el amor de Dios, que guardemos sus mandamientos" (1 Juan 5:3).
El amor en acción
Estas afirmaciones pueden sonar incómodas, ya que intuitivamente sabemos que el amor no se reduce simplemente a acciones. Sin embargo, Jesús y Juan no insinuaron que obedecer los mandamientos de Jesús fuera idéntico al amor. Lo que quisieron decir es que el amor genuino por Dios, por su propia naturaleza, produce la característica constante de "la obediencia de la fe" (Romanos 1:5). Por lo tanto, el amor por Cristo en la Tierra suele manifestarse como obediencia a Cristo.
Inseparables pero distintos
El amor, la fe y la obediencia no son lo mismo. El amor es apreciar o atesorar a Cristo, la fe es confiar en él y la obediencia es hacer lo que él dice. Cada uno tiene una esencia distinta.
Aunque distintos, son inseparables. No podemos amar a Cristo sin confiar en él (1 Pedro 1:8). No podemos confiar en Cristo sin obedecerlo (Santiago 2:17). Por lo tanto, es lógico que no podamos amar a Cristo si vivimos en desobediencia consciente y persistente (1 Juan 1:6; Lucas 6:46).
Llevando nuestro amor en la manga
Dios nos creó para mostrar nuestro amor abiertamente. Nos conectó para servir lo que atesoramos. La forma en que nos amamos a nosotros mismos se evidencia en cómo nos servimos a nosotros mismos, para bien (Efesios 5:29) o para mal (2 Timoteo 3:2). Cómo amamos a nuestra pareja, hijos, amigos, pastores, compañeros de trabajo o mascotas se revela en cómo los servimos o los descuidamos. Si amamos a Dios o el dinero se evidencia en cómo servimos o descuidamos a uno u otro (Lucas 16:13). A la larga, no podemos fingir a quién o qué servimos realmente.
El amor de Jesús como modelo
El amor de Dios por nosotros se hizo visible en la muerte de Jesús en la cruz, donde "el autor y consumador de nuestra fe" (Hebreos 12:2) persiguió su propio gozo eterno y el nuestro (Juan 15:11) a través de su obediencia en medio de un gran sufrimiento (Hebreos 5:8). Dios mostró su amor por nosotros en su manga ensangrentada. Jesús no se limitó a "amar de palabra o de lengua, sino de hecho y en verdad" (1 Juan 3:18). "En esto conocemos el amor".
Preguntas Frecuentes
¿Cómo puedo saber si realmente amo a Jesús?
R: La respuesta bíblica es que amamos a Jesús cuando guardamos sus mandamientos.
¿Por qué es importante la obediencia para demostrar amor a Jesús?
R: El amor por Jesús produce la característica constante de "la obediencia de la fe". Aunque el amor, la fe y la obediencia son distintas, son inseparables.
¿Cómo se manifiesta el amor por Dios en nuestra vida diaria?
R: El amor por Dios se evidencia en cómo servimos lo que atesoramos, ya sea a nosotros mismos, a nuestra familia, amigos o al dinero.
¿Por qué a veces nos resulta difícil obedecer a Jesús?
R: Podemos tener ídolos que amamos y en los que confiamos más que en Jesús, como el dinero o el reconocimiento.
¿Dónde podemos ver el amor de Jesús demostrado de manera más clara?
R: El amor de Jesús se hizo visible en su muerte en la cruz, donde murió por nuestros pecados y demostró el mayor amor posible.
¿Cómo podemos saber que amamos a Jesús?
R: Amamos a Jesús cuando nos negamos a caminar en desobediencia persistente y consciente a él. Nuestra obediencia, empoderada por la fe, es la evidencia de nuestro amor por Jesús.
¿Es posible amar a Jesús perfectamente?
R: Todos los amantes de Jesús saben que no lo aman perfectamente, pero se niegan a vivir en desobediencia persistente e intencional.