¿Cómo puede ser justo justificar a los impíos?
El problema de la justicia divina
En el corazón del evangelio hay una verdad que desafía el sentido de justicia de las personas reflexivas: Dios justifica a los impíos que confían en Él. Absuelve a los culpables.
El deseo de comprender la justicia de Dios
Puede surgir la pregunta de por qué Dios hace esto, no por duda, sino por un anhelo de comprender la profundidad de Su sabiduría y eliminar obstáculos para aprobar Sus acciones.
La solución: la muerte de Cristo
La respuesta de Dios se encuentra en la muerte de Jesucristo. Su sacrificio demostró la justicia de Dios al glorificarlo, incluso cuando fue humillado y deshonrado.
La gloria de Dios
El pecado disminuye la gloria de Dios, pero al enviar a Su Hijo a morir, Dios demostró que valora Su gloria infinitamente.
El sufrimiento de Cristo
La muerte de Jesús fue para la gloria de Dios, magnificando Su valor. Al soportar el sufrimiento, Jesús demostró cuán digno es Dios de ser glorificado.
La justificación de los impíos no es un acto de sentimentalismo, sino un testimonio de la inquebrantable justicia de Dios. La muerte de Cristo es la base de nuestra justificación, demostrando que Dios es fiel a Sí mismo y a Su gloria.
Preguntas frecuentes
¿Por qué es problemático que Dios justifique a los impíos?
- Porque puede parecer que Dios no valora su propia gloria, ya que el pecado deprecia su gloria.
¿Cómo resuelve Dios este problema?
- Mediante la muerte de Cristo, que demuestra la justicia de Dios.
¿Cómo demuestra la muerte de Cristo la justicia de Dios?
- Porque Jesús sufrió y fue humillado por la gloria de Dios, lo que demuestra el infinito valor de la gloria de Dios.
¿Cuál es el resultado de la justificación de los impíos por la fe en Cristo?
- El perdón de los pecados y la transformación de los pecadores por el poder del Espíritu Santo.