¿Cómo podemos superar la impuridad y ser enviados por Dios?
El pecado nos separa de Dios
En un momento de su vida, el profeta Isaías se sintió abrumado por la conciencia de su propia impuridad y la de su pueblo. Reconoció que sus labios estaban contaminados y que vivía en medio de gente de labios impuros. Esta impureza les impedía ver la santidad de Dios y su gloria.
Dios perdona y purifica
Sin embargo, Dios no abandonó a Isaías. Envió un serafín que tocó los labios del profeta con un carbón encendido del altar. Este acto simbólico representó la purificación de la impureza de Isaías. Dios perdonó su pecado y lo limpió de su iniquidad.
Dios nos llama a servir
Después de que Isaías fue purificado, escuchó la voz de Dios preguntándole: "¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros?". En ese momento, Isaías se ofreció voluntariamente para ir y predicar el mensaje de Dios.
Nosotros también podemos ser enviados
La historia de Isaías nos enseña que incluso si nos sentimos impuros o inadecuados, Dios puede perdonarnos y purificarnos. Cuando lo hacemos, podemos ser enviados por Dios para compartir su mensaje de esperanza y salvación con el mundo. No permitamos que el pecado nos impida servir al Señor.
Pasos para superar la impuridad y ser enviados por Dios
- Reconocer nuestro pecado: Debemos reconocer que hemos pecado y que nos hemos quedado cortos ante la gloria de Dios.
- Arrepentirnos y pedir perdón: Debemos arrepentirnos de nuestros pecados y pedirle a Dios que nos perdone.
- Confiar en la purificación de Dios: Debemos creer que Dios puede perdonar nuestros pecados y purificarnos de toda impureza.
- Disponernos a ser enviados: Una vez que hayamos sido perdonados y purificados, debemos estar dispuestos a que Dios nos use para compartir su mensaje con el mundo.
Preguntas Frecuentes sobre la Visión de Isaías
¿Quién experimentó esta visión?
- El profeta Isaías
¿Qué vio Isaías?
- Al Rey, el Señor de los Ejércitos
¿Por qué se sintió afligido Isaías?
- Porque era un hombre de labios impuros y vivía entre gente de labios impuros
¿Qué sucedió después?
- Un serafín tocó los labios de Isaías con un carbón encendido del altar
¿Qué significó esto?
- Su iniquidad fue quitada y su pecado perdonado
¿Qué le dijo Dios a Isaías?
- "¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros?"
¿Qué respondió Isaías?
- "Aquí estoy; envíame a mí"