¿Cómo lidiar con el pecado después del nuevo nacimiento?

El equilibro entre certeza y humildad

Como creyentes, deseamos tener la certeza de nuestra salvación, pero también debemos reconocer nuestra pecaminosidad continua. ¿Cómo equilibramos estos aspectos y mantenemos la esperanza?

La perspectiva de Juan

La Primera Carta de Juan aborda esta lucha. Juan enfatiza que los que han nacido de nuevo no practican el pecado (1 Juan 3:9). La simiente de Dios en ellos los impide. Sin embargo, también reconoce que todos pecamos (1 Juan 1:8).

Respuesta ante el pecado

Ante el pecado, Juan proporciona dos respuestas:

Advertencia contra la presunción

Juan advierte que no debemos engañarnos a nosotros mismos pensando que no tenemos pecado (1 Juan 1:8). Esta verdad nos lleva al arrepentimiento y la búsqueda del perdón.

Promesa del Abogado

Juan nos consuela con la promesa de Jesucristo como nuestro Abogado (1 Juan 2:1). Su sacrificio nos brinda perdón y propiciación por nuestros pecados.

Utilizando las Escrituras

El nuevo nacimiento nos capacita para utilizar las Escrituras de manera redentora:

  • La advertencia contra la presunción nos aleja de la arrogancia y nos lleva al arrepentimiento.
  • La promesa de un Abogado nos alivia de la desesperación y nos da esperanza.

Al comprender la perspectiva de Juan, podemos navegar la tensión entre la certeza de la salvación y la realidad del pecado. La Palabra de Dios nos brinda tanto advertencia como consuelo, ayudándonos a mantener la esperanza mientras buscamos vivir vidas justas y agradables a Dios.

Preguntas Frecuentes

¿Cómo puedo lidiar con mi pecaminosidad después de haber nacido de nuevo?

Utiliza las enseñanzas de Juan: escapa de la presunción yendo al Abogado (1ra de Juan 3:9) y escapa de la desesperación yendo al Abogado (1ra de Juan 2:1).

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¿Cómo evito la hipocresía?

Reconoce la advertencia de Juan contra el engaño de sí mismo (1ra de Juan 1:8) y utiliza la verdad sobre la simiente de Dios (1ra de Juan 3:9) para ir al Abogado cuando pecas.

¿Cómo evito la desesperación?

Recuerda la promesa de Juan de un Abogado y una Propiciación (1ra de Juan 2:1) y utiliza esta verdad para encontrar misericordia, perdón y justicia cuando pecas.

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