¿Cómo evitar alejarnos de Dios?

El deseo de alejarnos

Muchos de nosotros sabemos que somos propensos a alejarnos de Dios, a pesar de amarlo. Este deseo de distanciarnos es algo que todos sentimos profundamente.

La solución de Dios

Si cantamos himnos como "Fuente de vida", pidiendo a Dios que nos proteja de este deseo, ¿qué le estamos pidiendo realmente? ¿Cómo sería perder nuestra tendencia a alejarnos?

Dios nos revela un elemento común en las vidas de sus santos: la aflicción. En el Salmo 119:67 se afirma: "Antes de ser afligido, anduve errado; mas ahora guardo tu palabra".

Los efectos de la aflicción y la prosperidad

La aflicción, un mal que experimentamos en nuestros cuerpos, relaciones o circunstancias, paradójicamente nos acerca a Dios. Por otro lado, la prosperidad, un bien que experimentamos en esas mismas áreas, a menudo nos aleja de él.

Incluso el apóstol Pablo, un hombre con un llamado extraordinario, necesitó una "espina" en su carne, un mensajero de Satanás, para evitar que se volviera arrogante. Esta aflicción lo mantuvo humilde y fiel.

La necesidad de la desesperación

Cuando estamos profundamente desesperados por Dios, como David cuando huía del rey Saúl, nos aferramos a él y no pecamos contra él. Pero cuando no sentimos esa desesperación, somos más vulnerables a alejarnos.

Por eso, no debemos romantizar la aflicción, sino confiar en que Dios puede obrar para bien lo que se pretende para mal. Debemos orar por la gracia de Dios, que es suficiente para fortalecernos en nuestras debilidades.

En lugar de pedirle a Dios que nos libre de la aflicción, debemos pedirle el don de la desesperación, porque es lo que realmente necesitamos para mantenernos cerca de él. Podemos confiar en que nuestro Padre celestial nos dará lo que más necesitamos, por lo que podemos rezar:

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Preguntas frecuentes

¿Quién es Jon Bloom?

  • Jon Bloom es maestro y cofundador de Desiring God.
  • Es autor de cuatro libros, incluidos "Not by Sight" y "True to His Word".
  • Está casado y tiene cinco hijos.

¿Cómo podemos superar nuestra tendencia a alejarnos de Dios?

  • Reconociendo nuestra debilidad y pidiendo a Dios que nos mantenga desesperados por Él.
  • Aceptando la aflicción como una "misericordia severa" que nos ayuda a mantenernos cerca de Dios.

¿Cómo nos afectan la aflicción y la prosperidad?

  • La aflicción nos lleva a depender de Dios y nos hace más resistentes a la tentación.
  • La prosperidad puede hacernos sentir autosuficientes y vulnerables al pecado.

¿Qué debemos pedirle a Dios cuando nos sentimos tentados a alejarnos de Él?

  • Debemos pedirle el don de la desesperación, que nos lleva a depender completamente de Él.

¿Podemos confiar en que Dios nos dará lo que necesitamos?

  • Sí, podemos confiar en que Dios nos ama y desea darnos los mejores regalos, incluso si esos regalos incluyen aflicción o dificultad.

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