¿Cómo enseñar fielmente como lo hizo Pablo?

Contexto: Toda la vida

La enseñanza cristiana implica más que impartir conocimientos en un aula. Para Pablo, abarcaba todos los aspectos de la vida. Enseñaba "de casa en casa" (Hechos 20:20), encarnando los principios en su propio ejemplo. Por lo tanto, los maestros deben mostrar su fe no solo a través de sus palabras, sino también a través de sus acciones.

Carácter: Todo Cristo

La enseñanza eficaz requiere un carácter piadoso. Pablo sirvió con humildad, paciencia y lágrimas (Hechos 20:19). Modeló a Cristo en su entrega desinteresada y su valiente proclamación de la verdad. Los maestros deben reflejar a Cristo en su vida, mostrando que sus palabras están respaldadas por un corazón fiel.

Contenido: Toda la Escritura

Pablo enseñó toda la Palabra de Dios, centrándose en la persona y obra de Jesucristo. Se negó a omitir o diluir verdades incómodas (Hechos 20:20, 27). La enseñanza cristiana debe basarse en las Escrituras y presentar a Cristo como el centro de todo.

Propósito: Toda obediencia

El objetivo de la enseñanza es llevar a las personas a obedecer a Cristo (Mateo 28:20). Pablo deseaba que los creyentes construyeran su vida en Cristo y obedecieran sus mandamientos (Hechos 20:32). Los maestros deben guiar a los estudiantes a aplicar la Palabra de Dios en sus vidas, ayudándoles a crecer en santidad y obediencia.

¿Cómo enseñó Pablo a los efesios?

Enseñó en todos los aspectos de su vida, desde las aulas hasta sus hogares, entretejiendo principios abstractos con su propio ejemplo vivido.

¿Qué carácter se requería para la enseñanza de Pablo?

Humildad, lágrimas, paciencia, valentía, libertad de la avaricia y la pereza, y un reflejo de todo Cristo.

¿Qué incluía el contenido de la enseñanza de Pablo?

Toda la Escritura, con especial énfasis en la persona y obra de Jesucristo, el evangelio de la gracia de Dios.

¿Cuál era el objetivo final de la enseñanza de Pablo?

La obediencia a los mandamientos de Cristo, transformando a los creyentes en discípulos amorosos, obedientes a la palabra y que avergüenzan al diablo.

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