¿Cómo encontrar estabilidad en tiempos inciertos?

La roca inamovible: Cristo, nuestra estabilidad

En medio de la turbulencia de la vida, anhelamos estabilidad. La pandemia mundial y otros acontecimientos nos han hecho darnos cuenta de la fragilidad de nuestro mundo. Sin embargo, hay una estabilidad que trasciende las circunstancias cambiantes: la de nuestro Señor Jesucristo.

La Biblia describe a Dios como "el fundamento de sus tiempos" (Isaías 33:6). Su fidelidad inquebrantable nos brinda una base sólida sobre la que apoyarnos. El apóstol Pablo ora por nosotros: "Que el Señor dirija vuestros corazones hacia el amor de Dios y hacia la firmeza de Cristo" (2 Tesalonicenses 3:5).

Firmeza: una virtud inquebrantable

La firmeza es una virtud que nos mantiene estables y sin cambios, como un ancla en medio de las tormentas. Nos permite soportar las pruebas y las dificultades con gracia y resistencia.

Pedro, Pablo y Santiago enfatizan la importancia de la firmeza en la vida cristiana. Pedro escribe: "Haced todo esfuerzo por añadir... a vuestra... paciencia, firmeza, y a vuestra firmeza, piedad" (2 Pedro 1:5-6). Pablo afirma: "La tribulación produce paciencia; y la paciencia, carácter probado; y el carácter probado, esperanza" (Romanos 5:3-4). Santiago nos anima: "Considerad como sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Y que la paciencia tenga su perfecto resultado, para que seáis perfectos y completos, sin que os falte nada" (Santiago 1:2-4).

La firmeza de Cristo: nuestro modelo y fortaleza

Jesús, nuestro Señor, es el epítome de la firmeza. No sólo es "manso y humilde de corazón" (Mateo 11:29), sino que también es inquebrantable. Su amor por nosotros es constante y leal, no se tambalea ante las circunstancias o nuestras debilidades.

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Como Pablo, celebramos "la mansedumbre y gentileza de Cristo" (2 Corintios 10:1), pero también "la firmeza de Cristo" (2 Tesalonicenses 3:5). Su corazón es tierno y compasivo, pero su determinación es inquebrantable. Su amor es tan profundo y constante que ha vencido la muerte misma.

El llamado a la firmeza

La firmeza de Cristo nos inspira a ser firmes también. No queremos ser volubles o indecisos, sino estables y arraigados en aquello que importa. La Escritura nos exhorta: "Manteneos firmes, inconmovibles, siempre abundando en la obra del Señor, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano" (1 Corintios 15:58).

En los tiempos turbulentos, seamos como los santos que "soportaron la prueba" (Santiago 5:11). Anclemos nuestras vidas en la firmeza de Cristo, sabiendo que él nos sostiene incluso cuando el mundo se desmorona.

¿Quién es David Mathis?

David Mathis es el editor ejecutivo de desiringGod.org y pastor de Cities Church. Es esposo, padre de cuatro hijos y autor de "Workers for Your Joy: The Call of Christ on Christian Leaders" (2022).

¿Qué es la estabilidad?

La estabilidad es ser fijo y sólido, estable y sin cambios. Implica ser inamovible pero también abundante, tanto a la defensiva como a la ofensiva.

¿Cómo es Jesús una fuente de estabilidad?

Jesús es una fuente de estabilidad a través de su "firmeza" o "perseverancia". A pesar de las pruebas, conflictos y dificultades, Jesús permanece fiel a sus seguidores, amándolos con un "gran amor" y una compasión inquebrantable.

¿Cómo se puede desarrollar la firmeza?

La firmeza se desarrolla a través de las pruebas y dificultades. Cuando enfrentamos desafíos, podemos aprender a depender de la firmeza de Cristo y, a su vez, desarrollar nuestra propia firmeza.

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¿Por qué es importante la firmeza?

La firmeza es esencial para la madurez cristiana. Nos permite permanecer firmes en nuestra fe, incluso cuando nos enfrentamos a circunstancias adversas. También nos ayuda a soportar las pruebas y a perseverar en el servicio a Dios.

¿Qué papel juega el amor de Dios en la firmeza?

El amor de Dios, que es "firme y fiel", nos da la seguridad de que Él nunca nos abandonará. Esta confianza nos fortalece y nos permite permanecer firmes en medio de las tormentas de la vida.

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