Cómo deleitarse en el Señor
1. Contempla la admirabilidad de Dios
Deleitarse en Dios implica reconocerlo como el ser más admirable y extraordinario del universo. Aprecia su infinita bondad, justicia, sabiduría, poder y belleza. Como dijo el filósofo Jonathan Edwards, la excelencia de Cristo se manifiesta en la sorprendente armonía de atributos aparentemente opuestos, como su infinita majestad y su profunda humildad.
2. Conoce a Dios como tu Salvador y amigo íntimo
Además de admirar a Dios, es esencial conocerlo como tu Salvador y amigo personal. Así como una persona no puede apreciar el Gran Cañón si teme caer en él, no podemos disfrutar plenamente de la grandeza de Dios si no confiamos en su amor y protección. Recuerda que Cristo murió por ti y vive en ti, amándote incondicionalmente.
3. Disfruta de las bendiciones de Dios
Deleitarse en Dios también incluye apreciar sus dones en tu vida. Los cielos proclaman su gloria, y las cosas buenas que nos da, como la comida y el sexo, deben ser recibidas con gratitud y adoración. Todo lo que te trae alegría puede convertirse en una oportunidad para deleitarte en Dios.
¿Qué significa "deléitate en el Señor" en la práctica?
1. Deléitate en Dios como el más admirable
- Reconócelo como la persona y realidad más admirable del universo.
- Admira sus diversas excelencias, especialmente las manifestadas en Cristo.
2. Deléitate en Dios como tu Salvador y amigo íntimo
- Conócelo como tu Salvador amoroso y amigo.
- Entiende que Él te ama, te cuida, te protege y desea tener una relación personal contigo.
3. Deléitate en Dios a través de sus regalos
- Reconoce que el mundo y sus placeres son regalos de Dios.
- Recíbelos con agradecimiento y adóralo a través de ellos.