¿Cómo alcanzar la glorificación prometida?
La cadena de la salvación
En Romanos 8:29-30, encontramos una cadena que asegura la salvación: "Aquellos que conoció de antemano, también los predestinó; a los que predestinó, también los llamó; a los que llamó, también los justificó; y a los que justificó, también los glorificó". Esta cadena nos brinda certeza y confianza en nuestra salvación.
La gloria de los justificados
Cuando Dios glorifica a una persona, le otorga un reflejo de su gloria y la de su Hijo. Esto implica:
- Compartir la gloria celestial (Romanos 8:17).
- Recibir un nuevo cuerpo glorioso (Romanos 8:21-23).
- Convertirse en partícipe de la belleza espiritual (2 Corintios 3:18).
La certeza de la glorificación
El versículo 30 establece que todos los justificados serán glorificados. La glorificación es tan cierta como la justificación misma. Por lo tanto, podemos descansar en la seguridad de que aquellos que son llamados y justificados por Dios alcanzarán la gloria final.
El cumplimiento del nuevo pacto
En el nuevo pacto, Dios promete poner su ley en nuestros corazones y hacernos capaces de obedecerla. Esto garantiza que la obediencia, necesaria para la salvación, es obra de Dios en nosotros. Por lo tanto, la eterna seguridad no se basa en la ausencia de obediencia, sino en la promesa de Dios de hacernos obedecer.
El peligro de mantener la seguridad sin gracia soberana
Es posible creer en la eterna seguridad pero rechazar la gracia soberana. Esto lleva a la creencia de que la santidad no es necesaria para la salvación. Sin embargo, la Escritura afirma que "sin santidad, nadie verá al Señor" (Hebreos 12:14). La gracia soberana no solo nos promete la gloria, sino que también nos santifica para prepararnos para ella.
Si buscamos la gloria prometida, debemos abrazar la gracia soberana que nos justifica y santifica. La cadena de salvación nos asegura que aquellos que están en Cristo están destinados a ser glorificados.
Preguntas Frecuentes
¿Qué sucede cuando Dios glorifica a un ser humano?
Cuando Dios glorifica a un ser humano, le otorga una parte de su propia gloria y la gloria de su Hijo, le concede un cuerpo nuevo y glorioso, y le imparte la belleza interior de la santidad.
¿Quiénes serán glorificados por Dios?
Todos los que son llamados eficazmente, es decir, todos los que han sido vivificados y habilitados para creer, y por lo tanto han escuchado la palabra de absolución (justificación).
¿Cómo es esto un cumplimiento del Nuevo Pacto?
El Nuevo Pacto es mejor que el antiguo porque contiene una promesa de Dios no solo de dar bendición a los que obedecen, sino también de causar la obediencia. "Haré que andes en mis estatutos y que guardes mis ordenanzas".
¿Se puede mantener la certeza de la gloria pero rechazar la gracia soberana?
No, el rechazo de la gracia soberana conduce a la creencia de que la santidad no es necesaria para la salvación final, lo cual es contrario a las Escrituras. Aquellos que mantienen la seguridad y la soberanía propias corren el riesgo de imperilar sus almas.