El problema de la conciencia manchada
El problema de la conciencia manchada no es algo exclusivo del pasado. Sigue siendo un reto crucial en la actualidad. A pesar de los avances tecnológicos y científicos, los problemas fundamentales de la vida humana permanecen intactos. La conciencia continúa testificando nuestra pecaminosidad, acusándonos de culpa real. Este sentimiento de impureza nos aleja de Dios.
La relevancia de la historia antigua
La historia de los antiguos rituales de adoración en el tabernáculo puede parecer extraña y ajena a nuestro mundo moderno. Sin embargo, es relevante porque apunta a una verdad eterna: las personas con conciencias manchadas no pueden acercarse a Dios por sí mismas. Los sacrificios de animales y los rituales externos eran solo símbolos de una solución mayor que estaba por venir.
La solución en Cristo
En el “tiempo de la reforma”, el período de la historia que comenzó con Jesús, Dios proporcionó una solución definitiva al problema de la conciencia impura. Jesucristo, el Hijo de Dios, vino como sumo sacerdote y ofreció su propia sangre como sacrificio por nuestros pecados. A través de su Espíritu eterno, se ofreció a sí mismo a Dios sin mancha.
El resultado de este sacrificio es la limpieza de nuestra conciencia de obras muertas (pecados). La sangre de Cristo cubre todos los pecados, tanto los del pasado como los del futuro. Nos purifica y nos permite acercarnos a Dios con confianza, sirviéndole como el Dios vivo.
La única respuesta
En un mundo donde nuestras conciencias nos condenan, la única respuesta es recurrir a la sangre de Cristo. Cuando la conciencia nos acusa, debemos volvernos a él. Su sangre es el único agente limpiador en el universo que puede darnos alivio en la vida y paz en la muerte.
Hoy, te instamos a acudir a Cristo y recibir el don gratuito que compró a un precio infinito: el perdón perfecto y la purificación.
Preguntas Frecuentes
¿Qué es el “tiempo presente” en el texto?
El “tiempo presente” se refiere al período de tiempo en que se escribió el libro de Hebreos, cuando el sistema de sacrificios y el templo en Jerusalén aún estaban vigentes.
¿Cómo se revela Dios en la “nueva orden”?
En la “nueva orden”, Dios se revela a través de la mediación de Jesucristo, quien reemplaza el sistema de sacrificios y el templo.
¿Por qué es relevante el antiguo sistema de sacrificios para nosotros?
El antiguo sistema de sacrificios señala la necesidad de expiación por el pecado y anticipa la obra salvadora de Cristo.
¿Cómo podemos acercarnos a Dios con una conciencia cargada?
Solo podemos acercarnos a Dios con una conciencia cargada a través de la sangre de Cristo, que expía nuestros pecados y nos limpia de la culpa.
¿Cuál es el único remedio para la culpa y la condenación?
El único remedio para la culpa y la condenación es la fe en Jesucristo, quien ofreció su propia vida como un sacrificio perfecto por nuestros pecados.
