¡Celebremos con Alegría al Señor!
Un Canto de Gratitud y Alabanza
El Salmo 100 nos invita a unirnos en una sinfonía de alabanza y acción de gracias al Señor. Como habitantes de la Tierra, estamos llamados a expresar nuestra alegría y gratitud a Aquel que nos creó y nos sostiene.
Reconociendo la Soberanía de Dios
El salmista afirma con convicción que "el Señor es Dios" (Salmo 100:3). Él es el Creador y Sustentador de todo lo que existe. Somos sus criaturas, formadas por sus manos y guiadas por su voluntad. Reconocer su soberanía nos lleva a una profunda humildad y agradecimiento.
El Privilegio de la Adoración
Entramos en la presencia del Señor con "canciones de júbilo" (Salmo 100:1) y "voz de alabanza" (Salmo 100:4). La adoración no es una obligación, sino un privilegio que nos acerca al corazón de Dios. A través del canto y la alabanza, expresamos nuestro amor, admiración y gratitud.
La Bondad Eterna del Señor
El Salmo 100 también destaca la bondad eterna de Dios. Su "amor inmutable" (Salmo 100:5) permanece para siempre, extendiéndose de generación en generación. Su "fidelidad" (Salmo 100:5) es inquebrantable, una constante en un mundo cambiante.
Una Invitación a la Acción
El salmista concluye con una llamada a la acción: "Denle gracias, invoquen su nombre" (Salmo 100:4). Vamos a sus "puertas" con acción de gracias y a sus "atrios" con alabanza. Seamos canales de alegría y gratitud, difundiendo la bondad del Señor en el mundo.
Preguntas Frecuentes sobre el Salmo 100: Una Exhortación a la Acción de Gracias
¿Qué nos invita a hacer el Salmo 100?
R: A gritar de alegría al Señor, adorarlo con alegría, venir ante él cantando y darle gracias y alabanza.
¿Por qué debemos adorar al Señor?
R: Porque Él es Dios, nos creó, somos su pueblo y las ovejas de su prado.
¿Cómo podemos expresar nuestra gratitud al Señor?
R: Entrando a sus puertas con acción de gracias, yendo a sus atrios con alabanza, y dándole gracias y alabando su nombre.
¿Cuáles son las características de Dios que se destacan en el Salmo 100?
R: Su bondad, su amor constante (que perdura para siempre) y su fidelidad que se extiende a todas las generaciones.