¡Canta una canción nueva! El poder de la música para conectar con Dios

La nostalgia de las viejas canciones

Todos amamos la música antigua. Ya sea de hace siglos o solo unos meses, las melodías que más disfrutamos son inevitablemente las que ya conocemos. La música tiene un extraño poder para capturar pensamientos y sentimientos del pasado, tanto reciente como lejano, y hacernos revivirlos con solo escuchar unas pocas notas.

Es común emocionarse con una vieja canción que has cantado durante años. Y si es un himno cristiano o un coro de adoración, puedes sentirte recién conectado con la asombrosa fidelidad de Dios, no solo a través de los siglos, sino en tu propia vida.

El llamado a cantar canciones nuevas

Sin embargo, no hay ningún mandato en la Biblia que nos diga "canten canciones antiguas". No es desobediente cantar canciones antiguas; simplemente no es algo que Dios necesite recordarnos que hagamos. Nuestra inercia es tararear, cantar y seleccionar las cosas que ya conocemos. Después de todo, ya nos gustan las canciones que nos gustan.

Lo que aún no conocemos son las canciones nuevas. Y se necesita algo de energía para escribirlas y aprenderlas. Por eso, las Escrituras necesitan recordarnos una y otra vez que "cantemos una canción nueva".

Por qué cantar canciones nuevas

Tres Salmos comienzan precisamente con estas palabras: Salmos 96, 98 y 149: "Canten al Señor una canción nueva". Como también Isaías 42:10 ("Canta al Señor una canción nueva") y Salmo 33:3 ("Cántale una canción nueva"). Y el Salmo 144:9 añade su voz al coro: "Te cantaré una canción nueva, oh Dios".

¿Por qué es así? El Salmo 40 nos da una pista.

El salmista ha "esperado pacientemente al Señor" para alguna liberación. Dios lo escucha y lo rescata, y una de las cosas que hace por él en la liberación es "poner una nueva canción en mi boca, una canción de alabanza a nuestro Dios" (Salmo 40:3).

Las nuevas canciones de alabanza son apropiadas para los nuevos rescates y las nuevas manifestaciones de gracia. Mientras Dios sea misericordioso con nosotros, mientras nos siga mostrando su poder y maravillándonos con sus obras, es justo que no solo cantemos canciones antiguas inspiradas por su gracia pasada, sino también que cantemos nuevas canciones sobre su gracia eterna e incesante.

¿Debemos cantar sólo canciones antiguas?

No. Si bien las canciones antiguas tienen su lugar, la Biblia nos anima a "cantar un cántico nuevo".

¿Por qué cantar un cántico nuevo?

Porque cada nueva manifestación de la gracia de Dios merece una canción nueva. No sólo debemos cantar sobre su gracia pasada, sino también sobre su gracia continua e incesante.

¿El cielo también cantará cánticos nuevos?

Sí. En el cielo, los adoradores cantarán cánticos nuevos junto con los cánticos antiguos.

¿Qué podemos aprender de la adoración en el cielo?

Que la adoración debe ser una mezcla de lo antiguo y lo nuevo. Debemos continuar cantando cánticos antiguos que celebren la fidelidad de Dios, pero también debemos crear nuevos cánticos que expresen nuestra gratitud por su gracia continua.

¿Cómo podemos comenzar a cantar cánticos nuevos ahora?

Esperar pacientemente al Señor, confiar en su rescate y recibir su gracia fresca. Cuando experimentamos su liberación y bondad, podemos responder con nuevas canciones de alabanza.

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