Cáncer y fe: ¿Dónde está Dios en medio del sufrimiento?
Sujeción a la futilidad
El mundo en que vivimos está marcado por la enfermedad, el dolor y la muerte. Nuestro cuerpo, creado a imagen de Dios, no es inmune a esta realidad. La Biblia enseña que la creación fue "sujeta a futilidad", sometida a la descomposición y el deterioro.
Promesa de redención
Pero no todo está perdido. La Biblia también promete un futuro en el que los hijos de Dios serán librados de toda enfermedad y corrupción. Nuestros cuerpos serán transformados a la imagen del cuerpo glorioso de Cristo, donde ya no habrá sufrimiento ni dolor.
Jesús como redentor
Cristo vino a la tierra para comprar nuestra redención. Él demostró su poder sobre la enfermedad sanando a los enfermos y levantando a los muertos. Sin embargo, su ministerio fue solo un anticipo de la redención completa que aún está por venir.
Soberanía de Dios
Dios tiene el control sobre quién se enferma y quién sana. Todas sus decisiones son para el bien de sus hijos, aunque a menudo sean dolorosas. La enfermedad puede ser un medio para purificarnos, fortalecer nuestra fe y acercarnos más a él.
Oración y gracia
Es apropiado orar a Dios por sanidad y fortaleza en tiempos de sufrimiento. Pero también debemos confiar en su sabiduría y su amor, incluso cuando nuestras oraciones no sean respondidas como esperamos. El Espíritu Santo intercede por nosotros, ayudándonos a expresar nuestras necesidades y guiándonos en nuestras peticiones.
Fe en medio del sufrimiento
La verdadera fe no se mide solo por los milagros físicos. La Biblia celebra a quienes perseveran en la fe incluso ante el sufrimiento extremo. La fe es la certeza de las cosas que se esperan, la convicción de lo que no se ve. En medio del dolor, podemos confiar en el poder y el amor inquebrantables de Dios.
Preguntas Frecuentes
¿Por qué permite Dios la enfermedad y el sufrimiento?
Respuesta: Dios permite la enfermedad y el sufrimiento como parte de su plan divino para nuestro crecimiento y purificación. La enfermedad es un recordatorio de nuestra mortalidad y nos ayuda a apreciar la fragilidad de la vida. También puede ser un medio para fortalecer nuestra fe y enseñarnos a depender más de Dios.
¿Por qué no sana Dios a todos los que oran por sanidad?
Respuesta: Dios controla quién se enferma y quién se sana, y todas sus decisiones son para el bien de sus hijos. A veces, lo mejor para nosotros es no ser sanados ahora, sino aprender las lecciones que la enfermedad está destinada a enseñarnos. Dios siempre nos da la gracia que necesitamos para soportar el sufrimiento y, en última instancia, utilizará todas las cosas para nuestro bien.
¿Cómo puedo orar por sanidad?
Respuesta: Es apropiado orar por la ayuda de Dios tanto para la sanidad como para la fortaleza de la fe mientras no somos sanados. Debemos pedirle a Dios que nos ayude a entender lo que es mejor para nosotros y a confiar en su bondad, incluso cuando no recibamos la sanidad que pedimos. El Espíritu Santo intercederá por nosotros con gemidos indecibles, y Dios conoce nuestros corazones y responderá a nuestras oraciones de acuerdo con su voluntad.
¿Debo temer la enfermedad o la muerte?
Respuesta: No debemos temer la enfermedad o la muerte, porque Cristo ha vencido ambos. La muerte es solo una puerta de entrada a la vida eterna con Dios. Debemos confiar en el poder y el amor de Dios, incluso en los momentos más oscuros de sufrimiento.