¡Buenas noticias de gran gozo!
El nacimiento de un Salvador
En la noche de Navidad, llegó un mensaje de salvación y esperanza al mundo. Un ángel anunció a los pastores el nacimiento de un niño en Belén, el Salvador que tanto tiempo había sido esperado. Este niño era el mismo Cristo, el Señor.
La redención de la ira
El nacimiento de Cristo trajo consigo una misión redentora. Venía a salvarnos de la ira de Dios, una consecuencia de nuestra rebelión contra su Creador. El amor de Dios nos rescató de este castigo eterno.
El amor hecho hombre
El nacimiento de Cristo no fue un mero acontecimiento histórico. Fue un acto de amor extraordinario. El Creador del universo, que no forma parte de su creación, vino en forma humana para salvarnos de nuestra propia rebelión.
Invitación a la contemplación
En esta Navidad, te invitamos a contemplar a Cristo en toda su plenitud. Déjate cautivar por su amor y misericordia. Que el Espíritu Santo encienda en ti un amor que trascienda tus propias limitaciones.
Descubriendo el tesoro en Jesús
Únete a nosotros este Adviento en un viaje diario de 25 lecturas que nos llevarán hasta el día de Navidad. Y no se detiene ahí. Sumérgete en 365 devociones diarias que nos guiarán a través del año, descubriendo las sólidas alegrías y los tesoros eternos que encontramos en Jesús.
¿Qué mensaje principal transmiten los pasajes bíblicos citados?
El mensaje principal es de buenas nuevas de gran gozo: el nacimiento de Jesucristo, el Salvador y Señor, quien nos redime de la ira de Dios y nos rescata del pecado.
¿Por qué es tan significativo que Dios haya venido a la Tierra en la persona de su Hijo?
Es significativo porque, a pesar de la rebelión de la humanidad contra Dios, él eligió entrar en su propia creación para salvar a los que están en contra de él.
¿Cuál es el propósito declarado de la venida de Cristo al mundo?
El propósito declarado es salvar a los pecadores (1 Timoteo 1:15).
¿Qué invitación se extiende a los lectores?
Se invita a los lectores a unirse a John Piper en 25 lecturas diarias de Adviento, comenzando el 1 de diciembre, seguidas de 365 meditaciones diarias para saborear las alegrías sólidas y el tesoro duradero que tenemos en Jesús.